Una veintena de senadores demócratas y republicanos escribieron este jueves una carta al Secretario de Estado de Estado Unidos, Antony Blinken, sugiriendo vías para evitar "otras elecciones fraudulentas" en Venezuela.
En su mensaje manifiestan preocupación "por el continuo deterioro de los principios democráticos y el estado de derecho" en ese país, con elecciones presidenciales programadas para 2024.
"El pueblo venezolano no puede permitirse el lujo de presenciar otras elecciones fraudulentas, lo que sólo traerá más sufrimiento a su nación y fomentará una mayor inestabilidad en las Américas. Más de siete millones de venezolanos ya han huido del país desesperados, y una mayor volatilidad política sólo aumentará esas cifras. Desafortunadamente, con una elección presidencial programada para 2024, el régimen de Maduro ya está haciendo todo lo posible para socavar las perspectivas de una votación creíble", alerta la misiva.
El documento fue firmado por Bill Cassidy (R-LA), Dick Durbin (D-IL), Joni Ernst (R-IA), Bob Menéndez (D-NJ), Marco Rubio (R-FL), Tim Kaine (D-VA ), Dianne Feinstein (D-CA), Rick Scott (R-FL), Michael Bennet (D-CO), John Cornyn (R-TX), Ben Cardin (D-MD), Jeff Merkley (D-OR), Alex Padilla (D-CA), Catherine Cortez-Masto (D-NV), Thom Tillis (R-NC), Chris Coons (D-DE), Cory Booker (D-NJ), Peter Welch (D-VT), Chris Murphy (D-CT) y Marsha Blackburn (R-TN).
En la carta al jefe de la diplomacia estadounidense los senadores recuerdan que el pasado 14 de junio, el régimen de Maduro exigió la renuncia de los miembros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y que acaba de nombrar un nuevo consejo, "mediante un proceso encabezado descaradamente por la esposa de Maduro, Cilia Flores (quien ha sido sancionada por el gobierno de Estados Unidos)".
"Durante muchos años, el régimen de Maduro ha prohibido preventivamente que varios candidatos de la oposición se postulen para cargos públicos, incluida la probable favorita María Corina Machado. Más recientemente, el régimen de Maduro anunció que no se permitirá la entrada al país de observadores electorales internacionales para las elecciones generales del próximo año. A pesar de estos reveses, los partidos de oposición de Venezuela están tomando medidas para celebrar elecciones primarias en octubre para elegir democráticamente un candidato que desafíe a Nicolás Maduro en las elecciones del próximo año. Ante los desafíos con el desmantelado y desacreditado CNE, la oposición venezolana anunció que gestionará su propio proceso de primarias", indica la misiva.
Los políticos estadounidenses dicen que con vistas a impedir que Maduro vuelva a destruir cualquier apariencia de un proceso electoral primario o general legítimo es necesario "permitir que las primarias se lleven a cabo según lo planeado, según lo designado por la Comisión Nacional de Primarias, sin interferencia del régimen; permitir la participación de todos los candidatos y el régimen de Maduro no puede elegir a sus propios oponentes (la práctica del régimen de emitir arbitrariamente prohibiciones administrativas a los candidatos de su elección es inaceptable); y a quien gane las primarias, se le debe permitir postularse en las elecciones generales, en una elección legítima que observadores electorales internacionales creíbles confirmen que representa la voluntad del pueblo venezolano".