La Seguridad del Estado trató de amedrentar a la joven holguinera Yenys Fernández, que documentó en las redes sociales el mal estado de un local donde niños del nivel de primaria recibirían sus clases con el inicio del curso escolar.
“Tengo un hermano preso en “CubaSí”, es preso común. Yo fui a visitarlo y minutos antes que se acabara la visita, un oficial de la misma prisión me pidió que lo acompañara y me llevó a un lugar que no sé qué era, porque me senté en un pupitre”, indicó a Martí Noticias la muchacha, madre de una niña pequeña.
En la especie de oficina improvisada en la misma prisión CubaSí se encontraban dos oficiales de la policía política, uno de ellos era un teniente coronel que dijo ser el Jefe de Enfrentamiento a la Contrarrevolución de la Seguridad del Estado.
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“Estuve detenida alrededor de 40 minutos a una hora. Y digo detenida porque allí me tuvieron, contra mi voluntad, para decirme que no siguiera publicando, que las publicaciones mías me podrían traer problemas, que yo tenía una niña pequeña, que pensara bien lo que estaba haciendo. También me preguntó que cómo estaba el local de la niña, que si estaba en mejores condiciones”, relató.
Debido a la reparación de la edificación donde funcionaba la escuela Manuel Angulo Farrán, en la ciudad de Holguín, el centro educacional fue trasladado a un almacén de la Empresa Comercializadora DIVEP que, de acuerdo a los comentarios de los padres, tampoco reúne los requisitos mínimos para la práctica docente.
Fernández había publicado en Facebook un video del local que están usando como escuela, criticando el mal estado constructivo del lugar y felicitando a diez mujeres que la semana pasada se dirigieron a las autoridades para exigir mejores condiciones para los alumnos.
“Un grupo de madres nos dirigimos al Gobierno provincial y de ahí nos mandaron a la Dirección Municipal de Educación. El director municipal nos dijo que no tenían recursos para reparar la escuela rápido, que no tenían presupuesto para eso, que ese fue el único local que habían encontrado para los niños”, explicó.
En días anteriores, un agente de la Seguridad del Estado trató de convencer al hermano preso de Yenys para que la hiciera desistir de sus denuncias en las redes, señaló Pedro Pablo Perdomo Pérez, esposo de Fernández.
La activista usa Facebook para criticar los precios de los alimentos y otros problemas socioeconómicos y sobre todo recalca su oposición a la dictadura cubana.