La situación del transporte público en La Habana ha alcanzado niveles críticos, según lo expresado por los residentes de la capital cubana a Martí Noticias. Para muchos, esta crisis es peor que todas las anteriores.
Desde el paradero de ómnibus del municipio Playa, un empleado confirmó a nuestra redacción que se mantienen operando "un sólo carro por ruta", y que "cada ruta es de dos horas".
"Tiene que haber demora", justificó la fuente.
María Elena Mir Marrero, activista que reside en la localidad de Guanabo, al Este de la capital, aseguró que la espera por un ómnibus puede superar las tres horas.
Para esta opositora la situación con el transporte público es “súper caótica”.
Las autoridades cubanas han reconocido la gravedad del problema y han llamado a combatir el incremento de precios y tarifas del transporte de pasajeros tanto en el sector estatal y como en el privado.
“Tenemos que reunirnos con todos los actores económicos, en este caso los transportistas, ya sean estatales o privados y dejar claro cuáles son los precios establecidos y exigir… y el que lo viole hay que tomar con todo el rigor y según lo que esté establecido, las medidas que correspondan", dijo esta semana el primer ministro cubano Manuel Marrero Cruz.
En una reunión de gobierno el premier orientó: "Hay que quitar la licencia, y si es reiterado y si procede y así lo deciden los tribunales del sistema de justicia, hasta los vehículos".
María Elena Mir dijo que "no está en contra" de que se tomen estas medidas pero no cree que tengan efecto alguno: “Mientras el Estado no sea capaz de resolver los problemas fundamentales de la ciudadanía, esos problemas los resuelve la parte privada”.
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En el balance anual del Ministerio de Transporte, se destacó que en 2023 se lograron recuperar, en alguna medida, las capacidades de transporte de pasajeros. No obstante, persisten los desafíos. Según Luis Ladrón de Guevara, director de transportación de pasajeros, de la empresa provincial de La Habana, 252 equipos están disponibles, de 561 en orden de explotación, encontrándose paralizados 309, lo que contribuye a la crisis actual.
El comunicador y analista Ángel Marcelo Rodríguez Pita señala que la falta de infraestructuras viales y de piezas de repuesto dificulta la reparación y mantenimiento de los vehículos, agravando la situación.
"Pueden donar una cantidad de guaguas, pero el problema está en cómo tú reparas esas guaguas y luego las piezas que deben reponerse", comentó.
Amelia Dupeiron, en el municipio Lawton, lamenta la afectación que todo esto provoca en la rutina de los ciudadanos, dificultando el acceso al trabajo y otras actividades esenciales.
"Muchas veces no puedo llegar al trabajo, me descuentan y después la culpa es de nosotros. Me afecta en que no puedo moverme al lugar que quiera porque no tengo transporte", explicó.
Yuneysi Pedroso, vecina del pueblo de Casablanca, describe la limitada frecuencia de la embarcación que atraviesa la Bahía de La Habana para trasladarlos a la ciudad, como también de los ómnibus.
“Aquí nada más nosotros en Casablanca tenemos la guagua-lancha que es cada dos horas, las rutas 72 y la 71, y eso pasa una cada tres o cuatro horas. El resto del día….. fantasma", apuntó nuestra entrevistada.