En la isla la devoción pasó al sincretismo religioso identificándola con el oricha Changó, deidad del trueno. La presentan de pie o montada a caballo con espada en la mano, porque es un oricha guerrero.
La tradición cuenta que Santa Bárbara era hija de un hombre de mal genio llamado Dióscoro, quien la encerró en un castillo porque ella no creía en sus ídolos paganos.
Como ella no aceptaba casarse con ningún pagano, él permitió que la martirizaran cortándole la cabeza con una espada. La reflejan con una espada, túnica roja y la palma del martirio y una corona porque se ganó el Reino de los Cielos.
Agregan que cuando Dióscoro bajaba del monte donde habían asesinado a su hija, le cayó un rayo y lo mató. Por eso se le pide verse libre de los rayos.
La presentan de pie o montada a caballo con espada en la mano, porque es un orisha guerrero, y como ofrenda le brindan manzanas.