Los funcionarios estuvieron vinculados a supuestos “delitos de acaparamiento, receptación, actividad económica ilícita y especulación, desarticulándose casas almacenes, fábricas y talleres ilegales”.
Delitos, indisciplinas sociales y corrupción administrativa, fueron algunos de los temas tratados por los delegados de la Asamblea Provincial del Poder Popular de Sancti Spíritus reunidos en sesión extraordinaria el pasado sábado.
Como es costumbre, la prensa oficial no informa con precisión ni detalle de los temas abordados por los delegados. El órgano oficial del Partido Comunista en la provincia, Escambray, se limita a señalar que “entre las principales indisciplinas detectadas aparecen afectaciones al ornato público e higiene, creación de microvertederos, animales pastando en las carreteras y líneas ferroviarias y depositar escombros en sitios no autorizados”.
Escambray no dice cuáles fueron esas “afectaciones al ornato público e higiene”, ni tampoco da cuenta de dónde y por qué se depositan escombros en sitios no autorizados y se crean basureros que atentan contra la higiene pública.
El problema de la corrupción, que se ha instalado incluso en las dependencias del gobierno provincial, fue abordado también en el encuentro pero la publicación sólo refiere que “el pasado año el Consejo de la Administración Provincial calificó 17 hechos como presuntas corrupciones en dependencias de su subordinación”.
A pesar de que la Contraloría General de la República participó en las investigaciones de las “presuntas corrupciones”, el artículo no aclara cuál fue el resultado de las mismas y si los presuntos corruptos fueron enviados a los tribunales.
El sitio digital ProCubaLibre publicó el pasado 14 de febrero una entrada titulada Continúa impune la corrupción en Sancti Spíritus, en el que denunciaba casos de corrupción de dirigentes de la administración local.
Escambray agregó que los presuntos corruptos, de quienes no se informó ni siquiera sus nombres, estuvieron vinculados a supuestos “delitos de acaparamiento, receptación, actividad económica ilícita y especulación, desarticulándose casas almacenes, fábricas y talleres ilegales”.
Otro de los problemas sociales, de cuyas dimensiones no se encuentran referencias concretas en los medios estatales de prensa, es el aumento de barrios marginales, que el lenguaje oficial califica de “asentamientos ilegales”.
Para consuelo de los delegados se les informó en la reunión que durante el primer trimestre del 2014 “aunque se ha detenido el surgimiento o crecimiento de asentamientos ilegales, en la etapa aumentó el número de sus pobladores”.
Los padres spirituanos no quedaron libres de culpa a la hora de sacar cuentas sobre las indisciplinas sociales: “Varios delegados destacaron la responsabilidad de la familia en la educación de niños, adolescentes y jóvenes, y criticaron a quienes permiten que menores de edad deambulen en horas nocturnas o asistan a centros recreativos donde expenden bebidas alcohólicas”, afirmó el artículo.
Como es costumbre, la prensa oficial no informa con precisión ni detalle de los temas abordados por los delegados. El órgano oficial del Partido Comunista en la provincia, Escambray, se limita a señalar que “entre las principales indisciplinas detectadas aparecen afectaciones al ornato público e higiene, creación de microvertederos, animales pastando en las carreteras y líneas ferroviarias y depositar escombros en sitios no autorizados”.
Escambray no dice cuáles fueron esas “afectaciones al ornato público e higiene”, ni tampoco da cuenta de dónde y por qué se depositan escombros en sitios no autorizados y se crean basureros que atentan contra la higiene pública.
El problema de la corrupción, que se ha instalado incluso en las dependencias del gobierno provincial, fue abordado también en el encuentro pero la publicación sólo refiere que “el pasado año el Consejo de la Administración Provincial calificó 17 hechos como presuntas corrupciones en dependencias de su subordinación”.
A pesar de que la Contraloría General de la República participó en las investigaciones de las “presuntas corrupciones”, el artículo no aclara cuál fue el resultado de las mismas y si los presuntos corruptos fueron enviados a los tribunales.
El sitio digital ProCubaLibre publicó el pasado 14 de febrero una entrada titulada Continúa impune la corrupción en Sancti Spíritus, en el que denunciaba casos de corrupción de dirigentes de la administración local.
Escambray agregó que los presuntos corruptos, de quienes no se informó ni siquiera sus nombres, estuvieron vinculados a supuestos “delitos de acaparamiento, receptación, actividad económica ilícita y especulación, desarticulándose casas almacenes, fábricas y talleres ilegales”.
Otro de los problemas sociales, de cuyas dimensiones no se encuentran referencias concretas en los medios estatales de prensa, es el aumento de barrios marginales, que el lenguaje oficial califica de “asentamientos ilegales”.
Para consuelo de los delegados se les informó en la reunión que durante el primer trimestre del 2014 “aunque se ha detenido el surgimiento o crecimiento de asentamientos ilegales, en la etapa aumentó el número de sus pobladores”.
Los padres spirituanos no quedaron libres de culpa a la hora de sacar cuentas sobre las indisciplinas sociales: “Varios delegados destacaron la responsabilidad de la familia en la educación de niños, adolescentes y jóvenes, y criticaron a quienes permiten que menores de edad deambulen en horas nocturnas o asistan a centros recreativos donde expenden bebidas alcohólicas”, afirmó el artículo.