La red clandestina muestra su rostro

Jóvenes conectados a internet en un hotel de La Habana (enero, 2015).

Los medios oficiales han catalogado a Snet como una comunidad "al margen de la institucionalidad".

Los miembros de la red clandestina que acordona con un cable azul la capital se encontraron en la noche de este sábado en el centro nocturno estatal Río Club (El Johnny's). Snet o Streetnet, como también se conoce la red, convocó al encuentro físico de sus usuarios en un ambiente de privacidad.

La red independiente, constituida desde 2001, agrupa en la actualidad a unos 18.460 miembros en La Habana que interactúan en 27.988 temas, según el registro de "Estadísticas del foro".

La red conecta gran parte los barrios de la capital mediante variados servicios electrónicos como chats, redes sociales y el FTP (File Transfer Protocol) que permite el intercambio de archivos multimedia.

Leandro, conocido en la red como Leo, es uno de los administradores que organizó el evento. En entrevista declaró:

"Se decidió buscar locales, se decidió hacer fiestas un poco más privadas. Brindar algo un poco más cómodo a los miembros de la red".

La reunión coordinada por varios de los administradores de la Streetnet con la administración del centro gastronómico estatal, tuvo una amplia aceptación entre los jóvenes. En el encuentro se presentaron artistas aficionados del fórum y se entregaron premios a los ganadores, consistentes en likes al mejor post romántico.

Internet en la red

Varios administradores capitalinos están enfrascados en arrastrar hacia la red la señal de los puntos Wi-fi establecidos por la empresa estatal de telecomunicaciones ETECSA.

"He logrado conectarme (al servicio de ETECSA), pero la señal es muy débil todavía", expresó un joven miembro de la red en Centro Habana, quien no se identificó.

A inicios de este mes, los medios oficiales anunciaron la puesta en marcha de un plan piloto, en dos zonas de la Habana Vieja, para iniciar el servicio de navegación por internet en los hogares.


Streetnet utiliza, por lo general, puntos de acceso Wi-Fi NanoStation, comprados en el mercado negro, en un precio promedio de 200 CUC o cables de red comprados a 4 pesos el metro para conectar a sus miembros, quienes pagan un mínimo de 2 CUC mensuales.

Según explican los usuarios entrevistados, los pagos se utilizan para mejorar la comunicación en la red, reparar equipos o comprar nuevos.

Uno de los administradores de la red, que solicitó no ser identificado por su nombre dijo:

"Hay muchas cosas que no podemos decir, tú sabes… Nosotros tenemos nuestras reglas y las respetamos. Mantenemos una disciplina… no tocamos temas de política, religión, y menos la pornografía… Pero, a pesar de todo, seguimos clandestinos, aún no estamos legalizados, no sé por qué".

La Snet es objeto de operativos conjuntos por parte de la policía y ETECSA. Las redadas culminan con la confiscación de cables y del equipamiento utilizado para establecer la conexión.

Lo meritorio de los miembros de Snet es que aún bajo esta contención, cada día la red se hace más visible mediante las antenas Wi-Fi, que intentan confundirse con las oficiales en los postes y paredes de las edificaciones de la ciudad. Además, se organizan torneos provinciales de juegos como DotA2 y World of Warcraft, y crece la frecuencia de los encuentros físicos de sus miembros, en los espacios estatales.

La aceptación llega a los medios oficiales, que la han catalogado como una comunidad "al margen de la institucionalidad".

Sin embargo, las condiciones legislativas están creadas para reprimir esta iniciativa teniendo en cuenta que no está autorizado que las personas naturales (cubanos residentes) utilicen el espectro radioeléctrico para conexiones inalámbricas.

Fuentes del Ministerio del Trabajo y Seguridad Social comentaron de forma no oficial que, hasta la fecha, no se tiene pensado autorizar permisos para operar licencias que incluyan la organización de redes para juegos.

Este artículo de Augusto César San Martín fue publicado originalmente en Cubanet.