Sacerdote convocó a orar por Cuba y Venezuela y terminó amenazado por el Ministerio del Interior

El sacerdote Kenny Fernández Delgado.

El padre Kenny Fernández Delgado contó a Martí Noticias cómo fue su más reciente encontronazo con las autoridades cubanas tras haber convocado a hacer una oración por la paz y la justicia entre cubanos y venezolanos.

El sacerdote cubano Kenny Fernández Delgado denunció que fue citado y amenazado por la Seguridad del Estado debido a sus publicaciones en redes sociales, donde hizo un llamado a orar por "una solución de conflictos donde reine la paz y la justicia en Venezuela y en Cuba".

"Me citaron justo a la misma hora que yo había convocado a las personas", explicó este martes a Martí Noticias.

El religioso, que es abiertamente crítico del régimen cubano y que ha formado parte de numerosas iniciativas a favor de los derechos humanos en Cuba, había alertado en post de Facebook que dos oficiales le advirtieron que convocar a orar en parques puede ser considerado como una actividad predelictiva e instigación a delinquir.

"Mi reflexión es la siguiente: una convocatoria que no sea para apoyar expresamente al Castrismo o al Chavismo ¿será aprobada? Finalmente dijeron que solo se permiten convocatorias que sean dentro de las Iglesias, lugares de Culto. Pero sabemos que todo lo que ellos se imaginen que puede estar contra la revolución puede ser e incluso ha sido reprimido también", escribió.

Según dijo a Martí Noticias, esta no es la primera vez que ve amenazado su servicio religioso por los órganos represivos cubanos, que ya le han prohibido procesiones en Madruga y Aguacate, dos de las parroquias donde oficiaba antes de atender una iglesia en el municipio capitalino Cerro.

El sacerdote utilizó sus redes sociales para ironizar sobre el último capítulo de hostigamiento contra su persona. "Entérate: según el Dpto. de Inmigración y Extranjería es un doble delito convocar oración en parques o espacios públicos".

El cura dijo que recibió una citación del Departamento de Inmigración y Extranjería del Ministerio del Interior de Cuba relacionada con la posibilidad de arrendar un apartamento de su propiedad a un extranjero.

Según manifestó un "policía amistoso" comenzó a hacerle "muchas preguntas al más puro estilo de los compañeros de la Seguridad del Estado sobre mis publicaciones en redes sociales, como si alguien con posibilidades de alquilarle a extranjeros tuviera prohibido usar su libertad de expresión en redes sociales fuera de los márgenes del apoyo al proceso revolucionario. Entonces descubrí que Inmigración y Extranjería tiene entre otras funciones hacer lo mismo que la Seguridad del Estado (G2) hace en general con todos los ciudadanos pero enfocados en los arrendatarios: reprimir al que manifieste pensar distinto a lo que llaman revolución, y acosarlo una y otra vez hasta que se calle, o hasta tomar cuantas medidas represivas sean necesarias para callarlo. Supongo que para evitar que sean una "mala influencia ideológica" para los extranjeros que pudieran decidir alguna vez alquilarse en sus casas".