Una vieja anécdota rusa cuenta que el esposo, al llegar a la casa, comienza a darle sonora paliza a la esposa. Ella entre gritos le pregunta al marido "¿Por qué lo haces?"; y éste le responde: "si lo supiera, te mato".
Con la nueva ley que aprobaron el viernes 27 de enero en Rusia, propinar una golpiza al año a la esposa/esposo, suegra/suegro, hijos/hijas, etc, no es motivo para ir a la cárcel.
Los diputados a la Duma sancionaron la ley que despenaliza la violencia doméstica y permite golpear con impunidad, si lo haces dentro de los parámetros legales.
Ante los tribunales se acudirá ahora, sólo cuando el agresor le cae a trompones o cintazos, al mismo familiar en más de una ocasión y tienen que ser dentro del plazo de un año. Entonces hay razones para ser procesado por la vía penal y castigado con la cárcel.
Un piñazo a la suegra, una pateadura a la esposa o una golpiza al hijo o hija tendrá solamente responsabilidad administrativa, o sea, una multa.
Solo el reincidente será inculpado y para ello el golpeado tiene que demostrar los hechos. La fiscalía no presenta cargos de oficio, como se hace en los países donde la agresión familiar es un tema social que preocupa.
En junio pasado se habían agregado varios puntos al código penal sobre violencia doméstica que hacía más severas las sanciones contra las golpizas en el seno familiar.
En la sociedad rusa comenzaron las quejas sobre la misma y alegaban que se podía terminar tras las rejas por coger de la mano a un menor a la hora de cruzar la calle, o halarle de las orejas cuando se tiraba al suelo en medio de una perreta.
A finales de diciembre del 2016, en la conferencia de prensa anual que hace el presidente Vladimir Putin, se le preguntó si se debía terminar con la ley que llevaba a prisión a los padres que daban nalgadas a sus hijos. La respuesta fue una crítica a lo que considera "descarada injerencia en la familia" por parte de los tribunales y dijo que tal situación era "intolerable". Ese fue el pistoletazo de arrancada.
Las diputadas autoras de la iniciativa dijeron que el objetivo es el despenalizar las palizas que no conllevan a daños en la salud de la víctima. Afirman que la legislación de junio abrió el camino a la intrusión injustificada de los órganos judiciales en los asuntos familiares.
El presidente de la Duma, Viacheslav Volodin, dijo al diario Rossiskaya Gazeta, que eran inaceptable las presiones de Europa y una encuesta indica que el 60 por ciento de los rusos respaldan una reducción del castigo para conflictos menores en el seno familiar.
Las últimas estadísticas oficiales sobre violencia doméstica son del 2008 e indican que entre 12.000 y 14.000 mujeres mueren todos los años a manos de sus parejas en Rusia y otras fuentes señalan que una mujer muere cada 40 minutos en Rusia víctima de la violencia de género. Estas mismas fuentes también indican que en el 2015, 50 mil personas sufrieron de violencia doméstica, de ellas más 36 mil mujeres y 11 mil menores de edad.