La sede de Naciones Unidas, como ocurre cada año durante la celebración de la Asamblea General, agrupa a miles de manifestantes de diversos países que aprovechan la oportunidad para protestar por causas muy diferentes.
Lo mismo ucranianos, rusos, bielorrusos, estonios o kirguizios denuncian la política exterior de Putin, que los iraníes protestan por el recibimiento en la ciudad del gobernante de Teherán que los cubanos levantan pancartas contra la presencia de Raúl Castro en la Asamblea General.
El domingo 27, un día antes de que el presidente ruso Vladimir Putin llegara a la ONU, cientos de representantes de las naciones vecinas a Rusia expresaron su rechazo a la política expansionista del Kremlin.
Organizado por el Congreso Ucraniano de Estados Unidos y el Consejo de Solidaridad Americano-Europeo, miembros de la comunidad del este de Europa, de las naciones del Báltico y el Cáucaso, con sus respectivas banderas, denunciaron la agresión de Moscú en esas regiones.
Entre los manifestantes estuvo el exdiputado de la Duma rusa Ilia Ponomarev, el único legislador ruso que votó en marzo del 2014 contra la anexión de Crimea y ahora es perseguido por la justicia. Tras dos horas ante el edificio de la ONU, los manifestantes se dirigieron ante la misión diplomática de Rusia y Bielorrusia en Naciones Unidas.
El lunes 28, en la Plaza Dag Hammerskjold frente a la ONU, se reunieron miles de iraníes en los momentos en los que el mandatario de ese país, Hassan Rouhani, se dirigía a la Asamblea General.
El evento fue organizado por el Consejo Nacional de la Resistencia de Irán y protestaban por la presencia en la ciudad del gobernante iraní, quien según un comunicado de la organización "es uno de los altos funcionarios involucrados en la producción de la bomba nuclear, de 120.000 ejecuciones políticas y matanzas en la región. Este régimen no representa al pueblo iraní, y sus dirigentes, de cualquier facción, deben enfrentarse a la justicia por crimen contra la humanidad en Irán".
Entre los oradores del evento estuvo el exgobernador de Nuevo México y exembajador de Estados Unidos en la ONU, Bill Richardson y el exgobernador de Pensilvania y ex secretario de Seguridad Interna Tom Ridge.
Y en el caso de los cubanos, unos 200 exiliados en la tarde del lunes acudían ante el edificio de la ONU para recordar los crímenes cometidos por la dictadura de los hermanos Castro, como el derribo de las avionetas de Hermanos al Rescate y el hundimiento del remolcador 13 de Marzo.