La comisión senatorial de Brasil aprobó este viernes el informe que recomienda la apertura de un juicio político a la presidenta Dilma Rousseff. Con esa recomendación, la Cámara Alta decidirá la semana próxima el destino de la mandataria.
El informe fue aprobado por 15 votos a favor y 5 en contra, y ahora los 81 senadores votaran si se inicia el juicio político o se archiva la causa.
La votación, según fuentes legislativas, podría ser el próximo miércoles. En caso de aprobarse el juicio, la presidenta de Brasil estaría 180 días separada del cargo.
Ese período representa lo que pudiera durar el proceso y Rousseff sería sustituida por su vicepresidente, Michel Temer.
Si el eventual juicio político concluyera con la destitución de la mandataria, Temer completaría el mandato que vence el 1 de enero de 2019, pero, si fuera absuelta, Rousseff retomaría el cargo una vez que concluya el proceso.
Durante la votación de este viernes sólo se opusieron al informe el gobernante Partido de los Trabajadores (PT) y los partidos Comunista do Brasil (PCdoB) y Democrático Laborista (PDT), dos de las pocas formaciones que aún permanecen en la coalición gubernamental.
Las acusaciones contra Rousseff se fundamentan en unas maniobras contables irregulares en las que el Gobierno incurrió en 2014 y 2015 a fin de "maquillar" sus resultados fiscales, que la defensa de la mandataria niega y considera unas meras "faltas administrativas".
Según el informe aprobado hoy, sin embargo, esas maniobras violaron numerosos artículos de la Constitución y de la Ley de Responsabilidad Fiscal, que regula el uso del dinero público.