El vallista cubano Dayron Robles falló la semana pasada en su primer intento de hacer un buen tiempo en los 110 metros con vallas en el Memorial Barrientos de Atletismo en La Habana y todavía no tiene asegurado su participación en el Campeonato Mundial de Londres, entre el 4 y el 13 de agosto.
Robles cronometró 13.66 segundos en la capital cubana y está obligado a parar los relojes por debajo de los 13.48 para tener derecho a competir en Londres, donde enfrentaría al campeón olímpico de Río de Janeiro 2016, el jamaicano Omar McLeod y al subcampeón olímpico, el hispano cubano Orlando Ortega.
Robles buscará alcanzar el registro exigido en Marsella este sábado, 3 de junio, o en próximos eventos.
Robles fue campeón olímpico en Beijing 2008, y el 12 de junio de ese año estableció un récord mundial de 12.87 segundos en la Reunión Atlética de Ostrava (República Checa).
En entrevista con la agencia AFP, Robles dijo sentirse esperanzado y reconoció que está tomando las cosas con calma porque está luchando contra su "principal enemigo": las lesiones.
"Estoy motivado, las nuevas generaciones me motivan a trabajar". Ahora entrena en "el gimnasio, en la hierba, en la pista...", dijo.
Robles vive hace 16 años en La Habana y no ha pensado en irse definitivamente, pese a que llegó a competir por su cuenta, en el club francés Mónaco, lo que le valió una sanción de la federación cubana por dos años, entre 2013 y 2015, indicó AFP.
Agregó que el Estado cubano le da a Robles una modesta pensión, por lo que él decidió invertir sus premios en un hospedaje familiar para turistas aprovechando la cauta apertura del gobierno a la iniciativa privada.
Robles vive en una casa de estilo colonial, en el deteriorado centro de La Habana y declaró a la agencia de noticias que "el resto que quisiera dar en el deporte, me encantaría dárselo a Cuba", a pesar de su pelea con la federación cubana de atletismo.
¿Ha cambiado algo? Estas fueron sus declaraciones en 2013.