Los municipios de Ciego de Ávila y Morón, en la provincia avileña, decretaron 14 medidas ante el rebrote de COVID-19 en el territorio, mientras los residentes de esos territorios alertan sobre la crisis con los alimentos, y demandan la paralización del turismo internacional y el cierre de los hoteles en la cayería norte.
Entre las medidas se encuentra la restricción de movilidad en ambas localidades. Solo se autorizará a los ciudadanos la entrada y salida en casos excepcionales, señaló el Consejo de Defensa Provincial.
Por su parte, Roberto Obregón García, intendente del Consejo de la Administración Municipal en la cabecera provincial, informó que los principales indicadores económicos en Ciego de Ávila han caído a niveles mínimos.
Lee también Otros 12 muertos por COVID-19 en Cuba en medio de pronósticos desfavorablesLas empresas del sector de Comercio y la Gastronomía, en la capital provincial perdieron 52 millones de pesos hasta el mes de abril. La venta de carne de cerdo y los embutidos solo alcanzaron el 22,3 % de lo previsto, y la comercialización de huevos quedó en el 16,7 % del plan proyectado. Además, las autoridades pidieron aumentar el “autoabastecimiento territorial” con la siembra de productos que escasean, como la yuca, el plátano y la malanga, reportó el diario estatal Invasor.
En la ciudad de Ciego de Ávila, el activista Roberto Valdivia califica de "muy lamentable" la crisis actual.
“Lo que es la parte de la alimentación es crítica en estos momentos en la provincia, porque no hay qué comer, y esto es muy lamentable, porque Ciego es uno de los territorios eminentemente agrícolas del país. Las tierras, posiblemente, más fértiles de Cuba están en Ciego de Ávila", subrayó.
Lee también Médicos discrepan sobre decisión de Cuba de inocular a su población con vacunas no autorizadasA pesar de esto, "no hay arroz, no aparece el frijol ni con los cuentapropistas, los mercados están prácticamente vacíos, el pan se está confeccionando con masa de calabaza por falta de harina, y tienes que estar todo el día en la calle, dándole vueltas a la ciudad completa, para ver que puede conseguir”, explicó Valdivia.
Desde Morón, muy cerca de los polos turísticos de Cayo Coco y Cayo Guillermo, la periodista de la Agencia de Prensa Libre Avileña (APLA), Dairis González Ravelo, denuncia que allí está el principal foco del contagio de COVID-19.
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“En Morón pasamos ya al cierre total y totalmente desabastecidos. Hay una miembro de las Tropas Especial en cada esquina. La decisión que tiene que tomar el gobierno es cerrar la cayería, porque los trabajadores de los hoteles están viajando diariamente y no les están haciendo el PCR”, comentó la comunicadora.
El municipio de Baraguá también presenta un aumento de los casos, cuenta el activista Leonit Carbonell.
“También aquí hay un rebrote grande de COVID-19. Están internando a muchas personas en los centros de aislamiento, y enfrentamos un desabastecimiento total. Pero hay que salir a la calle para comprar lo poquito que hay disponible, principalmente lo que traen los particulares escondidos de los inspectores”, contó el opositor.
Y desde la ciudad de Ciego de Ávila, el cuentapropista José Carlos Fernández denuncia el hostigamiento en contra de los carretilleros en medio de la crisis con los alimentos.
“Hablan por la Televisión Nacional muy bonito, dicen que hay de todo, pero es mentira. Yo tuve que pasar de bicitaxista a vendedor de viandas ambulante, de forma clandestina, y tuve que parar ya, porque están imponiendo los inspectores hasta 8,000 pesos de multa al que cojan vendiendo un plátano, mientras el pueblo se muere de hambre”, concluyó.
Obregón García también dijo, según la prensa estatal, que durante los cuatro primeros meses del año se han impuesto 193 multas vinculadas al incumplimiento de los decretos que regulan los precios y medidas sanitarias, con un monto de 1 millón 75,000 pesos.