Luego que funcionarios cubanos anunciaran que en 2018 la economía cubana tuvo un crecimiento mínimo, con el Producto Interno Bruto (PIB) ligeramente superior al 1%, varios economistas pronostican tiempos difíciles para Cuba en 2019.
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El profesor de la Universidad de Valencia, Elías Amor Bravo, en entrevista con Radio Martí, destacó que el crecimiento del PIB es una mala noticia: “Crecer al 1 por ciento representa perder un año más en el proceso necesario de desarrollo. Se estima que tiene que crecer por encima de un 5 por ciento anual, es decir está creciendo un 80% por debajo de lo que tendría que crecer”.
Para el politólogo y economista Enix Berrio los parámetros y planes económicos discutidos el pasado domingo en la comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional son una expresión de la crisis existente.
“Ya hemos tocado fondo. El nivel de carencia entre la población es grave”, apuntó Berrio en entrevista con Radio Martí y pronosticó que el 2019 va a ser un año muy complejo para los cubanos, porque habrá un recrudecimiento de la crisis económica que podría conducir a un estallido social.
Una opinión similar compartió con los oyentes de Radio Martí la economista Martha Beatriz Roque Cabello, quien considera que desde el punto de vista sociopolítico y económico las autoridades no encuentran soluciones.
Para la directora de la Red Cubana de Comunicadores Comunitarios la reciente crisis con el pan es un claro ejemplo de la incapacidad del gobierno para manejar la economía.
“No hay pan. A inicios del año cuando planificaron la harina se quedaron cortos por 70 mil toneladas”, dijo Roque Cabello.
La ex prisionera política del Grupo de los 75 llamó la atención sobre el impacto social de la crisis económica.
“Está totalmente enfermo el tejido social y desde el punto de vista político Cuba está tratando de recuperar lo que no va a poder recuperar”.
El economista Pavel Vidal, sin embargo, cree que 2019 tendrá algunos elementos positivos, como la recuperación del turismo, la reanudación de la entrega de licencias a los privados, el aumento de la inversión extranjera, y las oportunidades que se abren para generar nuevos servicios a partir de la conexión 3G a los teléfonos celulares.
Receta perfecta para el fracaso
En un reporte publicado recientemente en el sitio Cuba Posible, el profesor Vidal, de la Pontificia Universidad Javeriana en Cali, Colombia, criticó la falta de dinamismo en las llamadas reformas cubanas.
"Hay factores cíclicos y coyunturales, pero también siguen lastrando el potencial de crecimiento tanto la dualidad monetaria y las ineficiencias del sector empresarial estatal, como las restricciones sobre la agricultura y el sector privado", dijo Vidal.
"Una manera simple de ilustrar la manera en que se vienen aplicando las reformas es la siguiente. Si hay que cambiar diez cosas para que funcione eficientemente un sector productivo, un mercado o un mecanismo económico, el gobierno cubano va a cambiar solo dos, y estas dos nunca van a ser las más importantes", explicó el profesor.
"Con ello, mantienen la imagen de reforma, minimizan los conflictos y divisiones políticas al interior del gobierno y el Partido, pero gastan tiempo y energía en producir transformaciones que no tienen la posibilidad de ofrecer resultados significativos, dado que no se han cambiado las otras ocho cosas que impiden el funcionamiento eficiente", opinó Vidal.
Continuará estancada ...
El ministro de Economía Alejandro Gil Fernández dijo el pasado domingo en el parlamento cubano que al cierre del presente año se experimentaron decrecimientos en la industria azucarera, agricultura, construcción, minas y carreteras.
El funcionario esbozó entre las prioridades para el Plan Económico 2019: incrementar y diversificar las exportaciones, optimizar el proceso inversionista, promover la inversión extranjera, sustituir importaciones con mayor participación de la industria nacional y mejorar la gestión de las cuentas por cobrar en el exterior y los inventarios.
En su balance de la economía cubana en el período 2017-2018 y las perspectivas para 2019, el profesor Carmelo Mesa-Lago opina que para el año que se avecina la economía cubana "probablemente continuará estancada, sin una mejoría tangible en el desempeño de sus aspectos clave, limitada por la actual institucionalidad que se preserva y estrangulada por los factores externos. Para cambiar ese derrotero sería esencial acelerar las reformas estructurales; el efectivo traspaso institucional no se vislumbra hasta el futuro cuando terminen los actuales mandatos, mientras que la nueva Constitución será una camisa de fuerza para los cambios fundamentales que se necesitan".
[A partir de un reportaje de Tomás Cardoso para Radio Martí e informes económicos publicados en la revista Cuba Posible]