Emilio Pérez y Kenia Mejías viven desde hace 9 años en un cuarto improvisado detrás de una de las lavanderías de la Ciudad Nuclear de Cienfuegos.
Llegaron al lugar con un niño pequeño enfermo de neumonía, e improvisaron un refugio temporal que se convirtió en su vivienda.
El padre de familia explicó a Palenque Visión que no tienen acceso a la Libreta de Abastecimientos para recibir los alimentos racionados, ni servicio sanitario, ni electricidad. Para alumbrarse se conectan ilegalmente a una red eléctrica del vecindario.
A los siete días de haberse instalado ilegalmente en el lugar, fueron visitados por funcionarios de vivienda que les dijeron que tenían que irse, pero ellos decidieron quedarse.
"No tenemos adonde ir", dijeron.
Hasta la fecha no han sido desalojados, pero eso podría cambiar en el futuro inmediato. Según Palenque Visión, la familia corre el riesgo de ser desalojada, porque el gobierno planea construir obras en el enclave.
Con cinco hijos, entre las edades de uno y 11 años, la familia se sustenta a duras penas del ingreso del padre. Mejías explica que cuando ha acudido en busca de ayuda de la Seguridad Social, le han dicho que ellos no tienen por qué ayudarla, porque ella tiene esposo y dos manos y dos pies para trabajar".
La Ciudad Nuclear de Cienfuegos fue parte de un gran proyecto del Gobierno cubano que nunca se terminó, y del que hoy solo quedan las ruinas.