Un periodista independiente residente en La Habana y dos activistas, uno en Santa Clara y el otro en la Isla de la Juventud, denuncian las irregularidades en el sistema de salud cubano.
En Santa Clara, el paciente Ramón Martín González tuvo que ir el miércoles en una ambulancia junto a ocho personas y esperar en un parque hasta ser trasladado al hospital en Sagua la Grande, donde se encuentra en Terapia Intensiva, según informó su hijo a Martí Noticias.
Your browser doesn’t support HTML5
En Isla de la Juventud, una joven ingresada el 28 de julio en el hospital de esa localidad permanece sin diagnóstico y en espera de ser atendida por un neurólogo.
Your browser doesn’t support HTML5
Desde La Habana, da cuenta del hecho Vladimir Turró. En la web de Misceláneas de Cuba se refiere al servicio de salud en el hospital Salvador Allende, en el municipio Cerro.
"No tenemos regulador ni balón de oxígeno, pero tranquilos, que se resolverán", ésta fue la respuesta que pudo darle una enfermera del hospital "Salvador Allende", ubicado en el municipio Cerro, a los familiares de José Díaz Fonseca, luego de haber sido hospitalizado de urgencia el 10 de Julio.
Después de esperar por más de cuarenta y cinco minutos por la llegada de los servicios de urgencias parar auxiliar a su padre producto de un enfisema pulmonar que se le agravó, cuenta Raisa Díaz, que no fue el problema más grande que enfrentó, sino, la situación que se desató ante la llegada al hospital.
Al llegar al cuerpo de guardia del Hospital, la primera dificultad que encontraron, según Raisa, fue la ausencia de los médicos, quienes habían salido a almorzar, dejando a cargo de la consulta a la enfermera.
Al aparecer los clínicos una hora después y luego de un extensivo papeleo, José fue ingresado en la sala Julio Antonio Mella del Hospital. Ante la constante falta de aire, los médicos indicaron ponerle oxígeno constantemente, pero una cosa es lo que indiquen los médicos y otra es la disponibilidad del Centro Médico.
La ausencia del balón de oxígeno y el regulador se prolongó por varios días, por lo que según su hija, tuvieron que recurrir a la ilegalidad y conseguir por unos 500 pesos cup balón y regulador.
Algo parecido vivió Norma Fernández, residente del poblado del Cerro, quien llegó a este mismo hospital en busca de atención médica.
Según Norma, luego de largas horas de espera para ser atendida por el médico de guardia, al final de la cita, este le informó, que no podía indicarle ningún medicamento para la infección urinaria que estaba padeciendo, producto de que no disponía de recetas médicas para la compra de los antibióticos.