Este lunes, la tripulación de la Guardia Costera del navío William Trump repatrió a 50 cubanos a Bahía de Cabañas, en Cuba.
Esta repatriación es el resultado de cinco interceptaciones en el mar en el estrecho marítimo del sur de la Florida. En todos los casos se trata de cubanos que intentaban entrar ilegalmente a Estados Unidos en embarcaciones rústicas o balsas.
En estos casos, la Guardia Costera no sólo ayudó a asegurar la frontera de Estados Unidos, sino que también impidió que estos viajes marítimos peligrosos terminaran en tragedia, asegura un comunicado de la Guardia Costera.
"Las misiones de la Guardia Costera y las operaciones en el sureste se mantienen sin cambios, de acuerdo a las políticas de inmigración de Estados Unidos. La Guardia Costera desalienta fuertemente los intentos de entrar ilegalmente al país por vía marítima", dijo el capitán Mark Gordon, jefe de la Guardia Costera del séptimo distrito.
"Los migrantes interceptados en el mar serán devueltos a su país de origen, de conformidad con las leyes de inmigración estadounidenses".
Una vez a bordo de un barco de la Guardia Costera, todos los migrantes reciben alimentos, agua, refugio y atención médica básica.
En el año fiscal 2015 intentaron emigrar ilegalmente a Estados Unidos, por vía marítima, 4.462 cubanos. Esta cifra es la cantidad total de interceptaciones en el mar.