En la madrugada del 7 de octubre, el movimiento palestino Hamás lanzó un ataque masivo con cohetes contra Israel. Grupos armados de militantes se infiltraron en siete comunidades israelíes en la frontera con la Franja de Gaza. El ataque fue acompañado de asesinatos y torturas de prisioneros de guerra y rehenes civiles: en las redes sociales se publicaron pruebas fotográficas y vídeos de los crímenes de los militantes.
El gobierno israelí declaró la ley marcial y movilizó a los reservistas. Las Fuerzas de Defensa de Israel (Tzáhal) lanzaron la operación Espadas de Hierro. La aviación comenzó a bombardear objetivos de Hamás en la Franja de Gaza.
Los estados de la UE, Gran Bretaña y Estados Unidos condenaron el ataque a Israel. El jefe del Pentágono, Lloyd Austin, destacó que Estados Unidos reconocía el derecho de Israel a la autodefensa y proporcionaría todo lo necesario para proteger a la población civil de la violencia y el terrorismo indiscriminados.
Ucrania también apoyó a Israel. El presidente Volodymyr Zelenskyy enfatizó que el derecho de Israel a la autodefensa no puede ser cuestionado. También expresó su confianza en que se restablecería el orden y se destruiría a los terroristas.
El ataque a Israel fue aprobado abiertamente por Irán y Siria. Rusia, así como Turquía y Egipto, pidieron a las partes en conflicto que cesen el fuego e inicien negociaciones. La portavoz del MAE ruso, María Zajárova, acusó directamente a Israel y Occidente de provocar la escalada, calificándola de "una consecuencia del incumplimiento sistemático de las resoluciones de la ONU y del Consejo de Seguridad".
Los altos funcionarios y propagandistas rusos no ocultan su regodeo sobre la escalada en el Medio Oriente.
El presidente del Consejo de Seguridad de la Federación Rusa, el ex presidente de Rusia, Dmitry Medvedev, calificó el ataque de Hamás contra Israel como "esperado" y culpó a Estados Unidos por ello. El funcionario no ocultó su alegría maliciosa por el hecho de que EE.UU. y su aliado clave en Medio Oriente estén en problemas, y dejó claro que los considera una recompensa por el apoyo estadounidense a Ucrania en su enfrentamiento con Rusia.
Medvedev señaló que el ataque a Israel coincide con el 50 aniversario de la guerra de Yom Kippur. La misma suposición expresó el presidente del Consejo de la Federación, Konstantin Kosachov.
Los medios de propaganda rusos cubren activamente las hostilidades en Israel, acompañando sus noticias con juicios evaluativos para impactar la opinión de su audiencia. Es significativo que el principal canal ruso de transmisión extranjera, RT, llame "combatientes" a los militantes de Hamás, elevando su estatus y legitimando sus acciones.
Entre los mensajes claves promovidos por la propaganda rusa podemos destacar los siguientes:
- regodeo por las pérdidas del ejército israelí, burlándose de las muertes de israelíes y de la huida de civiles de sus hogares;
- acusaciones a EE.UU. e Israel de "provocar la escalada del conflicto";
- el ridículo de los emigrantes políticos rusos que se trasladaron a Israel por no apoyar la agresión rusa contra Ucrania;
- pronósticos sobre el debilitamiento de la ayuda militar occidental, en particular estadounidense, a Ucrania debido a la necesidad de "salvar a Israel".
Captura de pantalla del canal de Telegram de Vladimir Soloviev: “EE.UU. necesita fuegos, solo ellos dan la esperanza. Los incendios deben estar ardiendo por todas partes. Ucrania, Caucas y Medio Oriente, Taiwan”.
Al mismo tiempo, la propaganda intenta provocar sentimientos antiucranianos en Israel, arrojando en el campo informativo bulos y noticias falsas sobre la supuesta existencia de conexiones entre el gobierno ucraniano y Hamás:
- en Ucrania se capacitó a operadores de drones de Hamás;
- las armas que Ucrania recibió de socios occidentales terminaron en Palestina y se utilizan contra Israel;
- el presidente Zelenskyy pidió a Hamás un tanque trofeo israelí Merkava
El canal de Telegram de noticias sobre “la operación especial Z”: “Hay información de que en Ucrania se había llevado a cabo la preparación y entrenamiento de operación de los drones para los militantes islámicos, que el día de hoy exitosamente han atacado a Tzáhal con drones”.
Tales declaraciones parecen especialmente cínicas dado el hecho de que Kyiv, a diferencia de Moscú, nunca ha mantenido ningún contacto con Hamás y otros movimientos islamistas que apuntan a destruir el Estado de Israel. Desde 2006, los líderes de Hamás han visitado Moscú periódicamente y los medios de comunicación estatales rusos les han concedido entrevistas elogiosas. En 2010, el entonces presidente de la Federación Rusa, Medvedev, se reunió con Jaled Meshal, quien está entre la dirección política Hamás. En septiembre de 2022, el jefe del MAE ruso, Serguei Lavrov, se reunió con el sucesor de Meshal, Ismail Jania. Dos años antes, tuvieron lugar en Moscú las conversaciones de Lavrov con el líder de la "Yihad Islámica", Ziyad An-Nahal. Hamás, así como la "Yihad Islámica", están reconocidas como organizaciones terroristas en Israel, Estados Unidos y la UE.
Los ucranianos, al igual que los israelíes, tienen vecinos que no reconocen su derecho a tener un Estado y vivir en su propia tierra. Rusia, por otro lado, apoya regímenes autocráticos, extremistas y terroristas, tratando de destruir la democracia y el orden mundial con su ayuda. Sólo uniéndose el mundo civilizado podrá oponerse eficazmente a los enemigos de la libertad y la democracia.
Fuente: Spravdi.gov.ua (Centro de Comunicaciones Estratégicas y Seguridad de la Información). Traducido por StopFake