La policía francesa allanó 168 localidades en todo el país y detuvo a una veintena de personas, mientras las autoridades identifican a más integrantes de una célula terrorista durmiente que podría estar detrás de los atentados en París que dejaron 129 personas muertas.
Yihadis franceses y belgas –y al menos un sirio– fueron implicados el lunes en lo que es considerado el peor ataque en suelo francés desde la Segunda Guerra Mundial. Se dice que
el cerebro es un belga vinculado con ataques pasados frustrados en un tren y en una iglesia en Francia.
Con Francia en estado de emergencia, lo cual da a la policía facultades especiales, la cacería continuó en busca de los integrantes de la célula que llevaron a cabo los ataques con bomba y a tiros del viernes.
El ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, dijo que la policía arrestó a 23 personas y recuperó un fusil Kalashnikov y otras armas en operativos realizados de madrugada.
También se realizó una operación con policías fuertemente armados en el barrio de Molenbeek de Bruselas, que las autoridades consideran un punto importante para extremistas y combatientes que van a Siria desde Bélgica.
La policía arrestó a tres sospechosos en Molenbeek el sábado y continuaba una operación de allanamiento casa por casa. La operación especial comenzó el lunes por la mañana.
En toda Francia y en el resto de Europa se guardó un minuto de silencio al mediodía francés en memoria de las víctimas.
También el lunes, las autoridades revelaron los nombres de otros dos potenciales atacantes suicidas involucrados en los ataques, uno nacido en Siria y un francés buscado como parte de una investigación antiterrorismo.
El primer ministro francés, Manuel Valls, declaró que "estamos en guerra" contra el terrorismo.
Al mismo tiempo, Francia lanzó masivos ataques aéreos contra Raqqa, el bastión del grupo extremista Estado Islámico en Siria. El domingo por la noche, destruyendo un campo de entrenamientos de yijadistas y un polvorín en la ciudad donde, de acuerdo con la inteligencia iraquí, fueron planeados los ataques en París.
12 aviones, incluyendo 10 jets de combate, arrojaron 20 bombas en los mayores ataques aéreos desde que Francia extendió su campaña contra el grupo extremista a Siria en septiembre, dijo el Ministerio de Defensa. Los aviones despegaron de bases en Jordania y el golfo Pérsico, en coordinación con fuerzas estadounidenses.
A las márgenes de la cumbre del G20 en Turquía el domingo, el canciller francés Laurent Fabius dijo que su país estaba justificado para actuar en Siria.
"Fue normal tomar la iniciativa y actuar y Francia tuvo toda la legitimidad para hacerlo. Ya lo hicimos en el pasado, hoy lanzamos nuevos ataques aéreos contra Raqqa", dijo Fabius.
La oficina del procurador de París dijo que un atacante suicida que detonó sus explosivos en el teatro Bataclan el viernes por la noche fue Samy Amimour, un francés de 28 años acusado en una investigación de terrorismo en el 2012. Amimour fue colocado bajo supervisión judicial, pero fue perdido de vista por las autoridades en 2013 y se emitió una orden internacional de arresto en su contra.
Uno de los atacantes suicidas en las afueras del estadio nacional de fútbol fue hallado con un pasaporte sirio con el nombre de Ahmad Al Mohammad, de 25 años y nacido en Idlib, dijo la Fiscalía. Dijo que las huellas digitales del atacante corresponden con las de una persona que transitó por Grecia en octubre.
En tanto, una orden de arresto contra Salah Abdeslam, un belga de 26 años, le califica de muy peligroso y advierte al público que no intervenga si lo ve.
La policía lo tuvo en sus manos el sábado por la mañana, cuando paró un coche que transportaba a tres hombres cerca de la frontera con Bélgica. Para entonces, había pasado horas desde que las autoridades identificaron a Abdeslam como la persona que alquiló el Volkswagen Polo que transportó a atacantes al teatro en París donde murieron más de 100.
Tres funcionarios policiales franceses y un alto funcionario de seguridad confirmaron que los agentes dejaron libre a Abdeslam tras revisar sus papeles. Los funcionarios hablaron a condición de preservar el anonimato.
Fuertes pistas sobre la magnitud del complot han emergido desde Bagdad, donde altos funcionarios iraquíes le dijeron a The Associated Press que Francia y otros países recibieron desde el jueves advertencias de un ataque inminente.
Un despacho de inteligencia iraquí advirtió que el líder del grupo Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi ordenó a sus seguidores lanzar inmediatamente ataques con armas y bombas y tomar rehenes al interior de los países que los combaten en Irak y Siria.
El informe iraquí, obtenido por AP, no ofrecía más detalles sobre cómo o dónde se realizarían los ataques, y un alto funcionario de seguridad francesa dijo a la agencia que los servicios de inteligencia de Francia reciben ese tipo de advertencias "todo el tiempo" y "todos los días".
Sin embargo, funcionarios iraquíes de seguridad dijeron a AP que también brindaron detalles específicos a Francia, entre ellos que los atacantes estaban entrenados para la operación y fueron enviados a Francia desde Raqqa.
Los funcionarios dijeron también que una célula durmiente en Francia recibió a los atacantes tras su entrenamiento y los ayudó a ejecutar el plan. Hubo 24 personas involucradas en la operación, dijeron: 19 atacantes y 5 a cargo de logística y planes.
Ninguno de esos detalles ha sido corroborado por funcionarios en Francia u otros servicios de inteligencia de Occidente.