Las autoridades han desplegado inspectores y policías en La Habana para imponer multas a los taxistas privados que violen las tarifas establecidas por el Gobierno mientras los transportistas consideran que los precios son "irracionales", debido al alto costo del combustible y las piezas de repuesto.
"Desde el jueves de la semana pasada están los inspectores por todas partes imponiendo multas que rondan entre los 8000 y los 14000 pesos", dijo a Martí Noticias Rafael Alba Macías, un taxista que opera en la piquera del parque El Curita, en Centro Habana.
"Hoy muchos decían que no iban a trabajar. El problema es que el combustible está muy caro en la calle, un litro de petróleo cuesta hasta 350 pesos y uno de aceite hasta 3.ooo. No se puede trabajar porque no da negocio y el gobierno no ve eso", agregó.
La tarifa establecida entre el parque El Curita y Boyeros es de 150 pesos pero los boteros cobran esa carrera por tramos (al menos cuatro en ese recorrido) de 100 pesos cada uno.
Varios habaneros confirmaron a nuestra redacción que desde que comenzó la cruzada de las autoridades, las paradas de guaguas están abarrotadas de personas.
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Cubanos hablan sobre la redada contra taxistas privados en La Habana
"El gobierno no tiene cómo responder a la demanda", comentó Enrique Díaz, periodista independiente que reside en Marianao.
Hace apenas una semana el ministro de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila, reconoció la debacle del sector en los últimos meses.
Entre enero y junio de 2024 el transporte público en Cuba movió a casi 50 millones de pasajeros menos que en igual periodo de 2023, según datos oficiales.
Ángel Marcelo Rodríguez Pita, acesor de emprendimiento, cree que la solución al problema es la "privatización del transporte".
"El gobierno no ha dado muestras de desear esto y pretende continuar subordinando el sector privado a la empresa estatal socialista que ha fracasado", indicó.
"La evolución de la transportación de pasajeros desde 2017 hasta la fecha muestra resultados decrecientes", precisó el funcionario.
Esta no es la primera cruzada contra el sector privado del transporte en la isla. El año pasado ocurrió algo similar y el resultado fue el mismo. Decenas de taxistas dejaron de operar durante semanas generando un caos en las calles de la capital.
(Con reporte de Tomás Cardoso para Martí Noticias)