Carlos Acosta recibió en el Palacio de Buckingham, de manos del príncipe Carlos, la medalla de Comendador de la Orden del Imperio Británico.
El bailarín cubano Carlos Acosta se mostró "conmovido" al recibir esta semana en Londres, en el Palacio de Buckingham, de manos del príncipe Carlos, la medalla de Comendador de la Orden del Imperio Británico (CBE), un galardón que le fue concedido por la reina Isabel II por su contribución a la danza..
La estrella del Royal Ballet de Londres dijo confiar en ser "inspiración" para que jóvenes humildes vean que "los sueños se hacen realidad".
Acosta, de 40 años y considerado el mejor bailarín de su generación, se crió en La Habana en una familia de escasos recursos en la que era el menor de 11 hermanos.
"Es un viaje que nunca soñé. Jamás pude pensar que estaría aquí y por eso me siento tan conmovido", expresó
"Es tan increíble estar aquí, en un lugar con tanta historia", señaló el artista, quien dijo que cuando era un niño "jamás" se imaginó siquiera que algún día abandonaría Cuba.
Acosta, que logró entrar y despuntar en la Escuela Nacional de Danza de Cuba y que se ha forjado una extraordinaria carrera en escenarios de todo el mundo, confió en que su premio sirva de "mensaje" para otros niños.
"Estoy tratando de servir de símbolo que pueda inspirar a otras personas", afirmó el bailarín, que ha creado su propia compañía, "Tocororo", con la que ha presentado espectáculos por todo el mundo.
El cubano llegó a Londres en 1998, donde formó una familia con su pareja, la ex modelo holandesa Charlotte, y es padre de una niña, Aila, que aún no ha cumplido dos años.
Acosta está ahora en una etapa polifacética.
Acaba de debutar como actor en la película Day of the Flowers de John Roberts, ha publicado su primera novela Pata de puerco, se ha estrenado como productor para el Royal Ballet con una reedición de "Don Quijote" y representó "Romeo y Julieta" el pasado 7 de diciembre en la Royal Opera House de Londres
La estrella del Royal Ballet de Londres dijo confiar en ser "inspiración" para que jóvenes humildes vean que "los sueños se hacen realidad".
Acosta, de 40 años y considerado el mejor bailarín de su generación, se crió en La Habana en una familia de escasos recursos en la que era el menor de 11 hermanos.
"Es un viaje que nunca soñé. Jamás pude pensar que estaría aquí y por eso me siento tan conmovido", expresó
"Es tan increíble estar aquí, en un lugar con tanta historia", señaló el artista, quien dijo que cuando era un niño "jamás" se imaginó siquiera que algún día abandonaría Cuba.
Acosta, que logró entrar y despuntar en la Escuela Nacional de Danza de Cuba y que se ha forjado una extraordinaria carrera en escenarios de todo el mundo, confió en que su premio sirva de "mensaje" para otros niños.
"Estoy tratando de servir de símbolo que pueda inspirar a otras personas", afirmó el bailarín, que ha creado su propia compañía, "Tocororo", con la que ha presentado espectáculos por todo el mundo.
El cubano llegó a Londres en 1998, donde formó una familia con su pareja, la ex modelo holandesa Charlotte, y es padre de una niña, Aila, que aún no ha cumplido dos años.
Acosta está ahora en una etapa polifacética.
Acaba de debutar como actor en la película Day of the Flowers de John Roberts, ha publicado su primera novela Pata de puerco, se ha estrenado como productor para el Royal Ballet con una reedición de "Don Quijote" y representó "Romeo y Julieta" el pasado 7 de diciembre en la Royal Opera House de Londres