Tareas de Raúl Castro, desmontar o reforzar las barricadas

LAS CENIZAS DE FIDEL CASTRO SON TRASLADADAS AL CEMENTERIO DE SANTA IFIGENIA

Raúl Castro, anciano, enfermo, y con apenas 15 meses para iniciar su anunciado retiro, no es más que un simple dictador sin tiempo.

Aunque la sucesión de poder ya había terminado, Fidel Castro, el hombre que hizo de la división ideológica su plataforma política, no murió en el momento del deshielo sino al inicio de un nuevo escenario donde algunos parecen replantearse la posición de enfrentamiento entre Estados Unidos y Cuba. Tal particularidad, estimula el debate y lanza una interrogante: ¿Raúl Castro desmontará o reforzará las barricadas?

Hace mucho tiempo, Fidel es un fantasma en el escenario político isleño.

“El 25 de noviembre generó un torbellino político dentro del poder cubano, un desequilibrio interno entre los miembros del partido que, obviamente, terminará cuando el General redefina la ruta”, aseguró desde La Habana un ex asesor del actual gobernante cubano que concluyó preguntando “¿crees que Fidel escogió un buen momento para morir?”

Observé con detenimiento el discurso pronunciado por el General Raúl Castro en el homenaje póstumo a Fidel en la Plaza Mayor Antonio Maceo, de Santiago de Cuba. Vi a un Raúl Castro afectado, agotado y con disfonía que, por mucho que lo intentó, no consiguó emocionar al auditorio. Hace mucho tiempo, Fidel es un fantasma en el escenario político isleño.

La ruta a seguir quedó clara, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, intenta colocar, de cara al mundo, un mensaje de unidad monolítica popular al asegurar que “entre los días 28 y 29 de noviembre, millones de compatriotas estamparon sus firmas en respaldo a la revolución”.

Haciendo uso y abuso de la acostumbrada retórica, ética, peletica y pelin pin petica, al comparar la situación sociopolítica actual con los peores momentos del período especial, y machacando las palabras firmeza y lealtad; lanzó, pelada y peluda, una temeraria advertencia a la dirigencia cubana y a la nueva ralea, que integrada por hijos, familiares y amigos de “líderes históricos”, hoy están haciendo negocios en nombre de empresas cubanas.

Raúl Castro, anciano, enfermo, y con apenas 15 meses para iniciar su anunciado retiro, no es más que un simple dictador sin tiempo.

También, y como era de esperar, con el “Sí se pudo, sí se puede y sí se podrá superar cualquier obstáculo, amenaza o turbulencia en nuestro firme empeño de construir el socialismo en Cuba o lo que es lo mismo garantizar la independencia y la soberanía de la patria”, el militar cubano consignó su nota verbal a la nueva administración que el próximo 20 de enero tomará posesión del mando en el vecino del norte. Fue una respuesta directa al tuit que el 28 de noviembre publicara el presidente electo de los Estados Unidos: “Si Cuba no se muestra dispuesta a ofrecer un mejor acuerdo para los cubanos, para los cubanoamericanos y para el pueblo estadounidense en general, liquidaré el acuerdo”.

Quizás en otro momento el discurso pudo haber sido emotivo e incluso inspirador no solo para los cubanos, también para los intereses económicos de aerolíneas y agricultores estadounidenses que presionan por abrir más negocios en la isla; pero el General Raúl Castro, anciano, enfermo, y con apenas 15 meses para iniciar su anunciado retiro, no es más que un simple dictador sin tiempo.