Un grupo de cubanos se atreven a probar hasta qué punto el gobierno les permite avanzar y Radio y TV Martí les ayuda en su viaje.
En enero pasado, fui invitado por primera vez a un programa en Radio y TV Martí desde que fundaran la emisora hace casi 30 años. Los anteriores directores nunca estaban seguros de lo que yo podría decir, así que nadie me invitó. Me pidieron que fuera panelista en un programa que se trasmitiría en vivo para analizar el Informe a la Nación del Presidente Barack Obama. Debo admitir que fue una participación pro bono, y tenía mis dudas acerca de si era buena idea la de intervenir.
¿Sería este un programa político para destacar la actuación del presidente en funciones? ¿Qué se esperaba de mí? ¿Iba a ser yo una persona que analizaría lo que hizo el Presidente, o me sentiría cómodo expresando mi opinión sincera?
Para mi sorpresa, cuando comenzó el programa, la conductora Karen Caballero, presentó un reportaje realizado por uno de los periodistas de TV Martí. Era equilibrado. El discurso del presidente fue reflejado en un contexto político adecuado. Se entrevistaron a analistas demócratas y republicanos. En esencia, tenían ambos lados de la historia.
Me sentí cómodo y fui capaz de expresar mis ideas, decir que el informe sobre el Estado de la Unión, cuando el presidente va a la reelección, en esencia es un discurso de campaña. Hablé acerca de los logros y deficiencias del presidente. Nadie se enojó por mis puntos de vista.
Semanas después visité de nuevo las instalaciones, ubicadas en Miami. Esta vez acompañando a un amigo que hacía un reportaje sobre las labores de Radio y TV Martí.
Ese día, vi la grabación de un show de una hora, titulado Avanza Cuba y otra vez conducido por Caballero. No era un programa político. Fue simplemente un programa que buscaba enseñar a los empresarios privados en Cuba que lentamente emergen, cómo comercializar sus productos.
Nuevamente el programa fue equilibrado. Entrevistaron vía satélite, al ex Secretario de Comercio Carlos Gutiérrez, quien sirvió en la administración de George W. Bush.
El anfitrión hablaba por teléfono durante el programa con la premiada bloguera Yoani Sánchez y un barbero de una de las provincias más orientales de Cuba. Le asesoraban pequeños empresarios desde Estados Unidos y Londres. Hablaron por teléfono con otros pequeños empresarios a lo largo de la isla. Todo en vivo.
Ni una vez se mencionó la política en el programa. Obama nunca fue mencionado. Gutiérrez nunca fue identificado como un miembro designado por George W. Bush a su administración. Fue un programa pragmático para ayudar a las personas en Cuba que se enfrentan con obstáculos casi imposibles, e intentan expandir sus pequeños negocios.
Reconozco que me impresionó. Esta no es la Radio y TV Martí de antaño. Esta, encabezada por Carlos García, un abogado nacido en Miami y que vivió en Puerto Rico, hace las cosas diferentes.
Cuando primero se le ofreció el trabajo - una posición política - lo primero que hizo García fue una minuciosa y debida gestión en la entidad de radiodifusión del Gobierno; casi como si fuera a comprarla. Quería saber dónde se estaba metiendo y si él podría tener una programación balanceada y sin agenda política.
La tarea de Radio y TV Martí es ofrecer una perspectiva diferente de las noticias que ofrece el gobierno cubano. Siempre ha sido ese el objetivo.
Las agencias de radiodifusión nunca han estado tan cerca de cumplir sus objetivos. García no está interesado en la política cubano-americana en Miami. Está sólo interesado en llegar a su audiencia en Cuba. Las trasmisiones de radio se dirigen hacia Cuba, en onda corta y media. Ahora han añadido una señal de FM. Sus programas de televisión todavía dependen de la trasmisión desde un avión que vuela desde Cayo Hueso y Cuba. Pero ahora tienen también otras formas de burlar la interferencia de la señal por parte del gobierno cubano. Televisión Martí también se trasmite por DirecTV y por HispaSat. Y los cubanos han improvisado las formas de recibir la señal de satélite.
Para complementar todo esto, la estación envía ahora memorias flash con sus programas junto a los envíos de ropa, alimentos y medicinas que los exiliados llevan a sus familiares en la isla. Una vez en Cuba, se copian las unidades flash y muchas personas pueden ver los programas. Suena arcaico, pero funciona.
Recientemente, la estación rifó seis motocicletas eléctricas y tres mil cubanos desde la isla dieron sus nombres, números de teléfono y direcciones para participar. El mensaje está llegando.
Un incipiente y pequeño grupo de cubanos se atreven a probar hasta qué punto el gobierno les permite avanzar. Radio y TV Martí les ayuda en su viaje.
Artículo de Guillermo I. Martínez, publicado en el diario South-Forida Sun-Sentinel el 3/8/2012 y traducido por martinoticias.com.
Para Guillermo I. Martínez en Twitter at @g_martinez123, y en email - Guimar123@gmail.com
¿Sería este un programa político para destacar la actuación del presidente en funciones? ¿Qué se esperaba de mí? ¿Iba a ser yo una persona que analizaría lo que hizo el Presidente, o me sentiría cómodo expresando mi opinión sincera?
Para mi sorpresa, cuando comenzó el programa, la conductora Karen Caballero, presentó un reportaje realizado por uno de los periodistas de TV Martí. Era equilibrado. El discurso del presidente fue reflejado en un contexto político adecuado. Se entrevistaron a analistas demócratas y republicanos. En esencia, tenían ambos lados de la historia.
Me sentí cómodo y fui capaz de expresar mis ideas, decir que el informe sobre el Estado de la Unión, cuando el presidente va a la reelección, en esencia es un discurso de campaña. Hablé acerca de los logros y deficiencias del presidente. Nadie se enojó por mis puntos de vista.
Semanas después visité de nuevo las instalaciones, ubicadas en Miami. Esta vez acompañando a un amigo que hacía un reportaje sobre las labores de Radio y TV Martí.
Ese día, vi la grabación de un show de una hora, titulado Avanza Cuba y otra vez conducido por Caballero. No era un programa político. Fue simplemente un programa que buscaba enseñar a los empresarios privados en Cuba que lentamente emergen, cómo comercializar sus productos.
Nuevamente el programa fue equilibrado. Entrevistaron vía satélite, al ex Secretario de Comercio Carlos Gutiérrez, quien sirvió en la administración de George W. Bush.
El anfitrión hablaba por teléfono durante el programa con la premiada bloguera Yoani Sánchez y un barbero de una de las provincias más orientales de Cuba. Le asesoraban pequeños empresarios desde Estados Unidos y Londres. Hablaron por teléfono con otros pequeños empresarios a lo largo de la isla. Todo en vivo.
Ni una vez se mencionó la política en el programa. Obama nunca fue mencionado. Gutiérrez nunca fue identificado como un miembro designado por George W. Bush a su administración. Fue un programa pragmático para ayudar a las personas en Cuba que se enfrentan con obstáculos casi imposibles, e intentan expandir sus pequeños negocios.
Reconozco que me impresionó. Esta no es la Radio y TV Martí de antaño. Esta, encabezada por Carlos García, un abogado nacido en Miami y que vivió en Puerto Rico, hace las cosas diferentes.
Cuando primero se le ofreció el trabajo - una posición política - lo primero que hizo García fue una minuciosa y debida gestión en la entidad de radiodifusión del Gobierno; casi como si fuera a comprarla. Quería saber dónde se estaba metiendo y si él podría tener una programación balanceada y sin agenda política.
La tarea de Radio y TV Martí es ofrecer una perspectiva diferente de las noticias que ofrece el gobierno cubano. Siempre ha sido ese el objetivo.
Las agencias de radiodifusión nunca han estado tan cerca de cumplir sus objetivos. García no está interesado en la política cubano-americana en Miami. Está sólo interesado en llegar a su audiencia en Cuba. Las trasmisiones de radio se dirigen hacia Cuba, en onda corta y media. Ahora han añadido una señal de FM. Sus programas de televisión todavía dependen de la trasmisión desde un avión que vuela desde Cayo Hueso y Cuba. Pero ahora tienen también otras formas de burlar la interferencia de la señal por parte del gobierno cubano. Televisión Martí también se trasmite por DirecTV y por HispaSat. Y los cubanos han improvisado las formas de recibir la señal de satélite.
Para complementar todo esto, la estación envía ahora memorias flash con sus programas junto a los envíos de ropa, alimentos y medicinas que los exiliados llevan a sus familiares en la isla. Una vez en Cuba, se copian las unidades flash y muchas personas pueden ver los programas. Suena arcaico, pero funciona.
Recientemente, la estación rifó seis motocicletas eléctricas y tres mil cubanos desde la isla dieron sus nombres, números de teléfono y direcciones para participar. El mensaje está llegando.
Un incipiente y pequeño grupo de cubanos se atreven a probar hasta qué punto el gobierno les permite avanzar. Radio y TV Martí les ayuda en su viaje.
Artículo de Guillermo I. Martínez, publicado en el diario South-Forida Sun-Sentinel el 3/8/2012 y traducido por martinoticias.com.
Para Guillermo I. Martínez en Twitter at @g_martinez123, y en email - Guimar123@gmail.com