Los pueblos del interior de Cuba están totalmente desabastecidos alertaron a Martí Noticias desde varias localidades del país, severamente afectadas por la falta de electricidad y de alimentos.
El Ministerio de Comercio Interior de Cuba reconoció el martes que "las dificultades con la disponibilidad de divisas, con las cuales poder importar alimentos, combustible y otros artículos vitales, han impactado en el desfase del ciclo de la distribución y el aseguramiento de la producción de bienes y servicios imprescindibles".
Los prolongados apagones y la severa escasez de alimentos provocaron en los últimos días protestas populares y cacerolazos en varias ciudades cubanas, donde las autoridades han intentado calmar las manifestaciones con la venta de algunos productos y el retorno de la electricidad.
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Alfredo Álvarez Leyva, un residente de Sagua de Tánamo, en Holguín, dijo que tras varios días sufriendo apagones de más de 20 horas, en la noche del martes volvieron a recibir servicio eléctrico.
“Vino a las 11 de la noche y no hay agua, no hay comida, la población se está muriendo de hambre, esto es un desierto, y el gobierno no hace nada”, comentó el activista.
También desde esa provincia, pero en el poblado de Banes, el residente William Tamayo denunció: “Esta es la fecha que estamos a 20 de marzo y no se ha hecho llegar nada a ninguna de las 136 bodegas del municipio de Banes, en la provincia de Holguín, no hay alimentación y hay mucho desespero en la población, mucho descontento”.
El opositor dijo que quedó restablecido el servicio eléctrico a las 4 de la mañana de hoy.
Tampoco han distribuido los alimentos de la canasta familiar normada en el poblado de San Andrés, ubicado a 19 kilómetros de la cabecera provincial en Holguín.
"La alimentación cero, no han traído nada”, advirtió el activista Dámaso Alberto Fernández.
El holguinero aseguró que estuvieron todo el martes sin corriente: "La tumbaron hasta cerca de las 9 de la noche.
Para otros es aún peor. En la zona donde radica la cooperativa Hermanos Saíz, en San Juan y Martínez, en Pinar del Río, todavía hoy están sin electricidad, según confirmó a nuestra redacción Martha Poveda, madre de dos niños y también al cuidado de su esposo enfermo en cama.
“Uno pasando trabajo con los muchachos, que se tienen que acostar tardísimo porque no hay corriente, sin comida. A la casilla no viene nada, a la bodega los mandados de este mes todavía no han venido. Es de perro la vida que lleva uno aquí”, dijo la mujer en medio de su desesperación.
En San Diego de los Baños, otro pueblo de Pinar del Río, hoy en la mañana fue que restablecieron el servicio eléctrico, señaló Esteban Ajete Abascal: “Se fue el día entero y vino ahora por la mañana".
"Lo que es la canasta básica, aquí no ha entrado absolutamente nada”, destacó el campesino.
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Tras 16 horas de continuos apagones, anoche regresó el fluido eléctrico a la ciudad de Camagüey, explicó Leydis Tabares.
“Anoche a las 8 de la noche fue que vino, han traído tres libras de arroz y dos de azúcar, eso solamente”, dijo la residente del barrio La Vigía.
En La Habana continúan los apagones programados, en medio de un marcado desabastecimiento de producto básicos, concluyo el sociólogo Ángel Marcelo Rodríguez Pita.
“Se mantienen los apagones unas seis horas en la capital, hay municipios de la periferia como Arroyo Naranjo, que si tienen afectaciones mayores de hasta 8 y 10 horas. Y estamos ya en este mes de marzo observando temperaturas de hasta 31 grados Celsius, cuando llegue el mes de julio y agosto, veremos, porque el hambre en medio del calor es muy difícil", alertó Rodríguez Pita.
El Ministerio de Comercio Interior admitió en una publicación que en la isla "se vive con mucha angustia y sobresaltos cuando tardíamente llega ( o no) ese barco con el producto o materia prima necesarias, o por determinadas razones la agricultura no pudo cumplir en tiempo con la entrega del café para su procesamiento industrial, de la leche fluida, del cigarro ...; o cuando nuestros pocos centrales en operaciones tampoco garantizaron el azúcar del mercado interno".