En los últimos cinco días, el déficit en el abasto de agua potable ha afectado a una buena parte de los recluidos en la cárcel de Agüica en Colón, Matanzas.
“En la prisión se ha roto unas de las turbinas principales que abastece gran parte del penal. Este 12 de septiembre cumplieron cinco días con el agua restringida”, denunció Roxana García Pedraza, la esposa del preso político César Adriam Delgado Correa, condenado a cinco años de privación de libertad tras su participación en las protestas populares del 11 de julio en Colón.
“A pesar que los reclusos se quejan con los guardias e instructores sigue la escasez del agua: Hoy ya hace cinco días que mi esposo no se baña de cuerpo entero”, dijo García Pedraza que obtuvo esta información cuando su esposo la llamó por teléfono.
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De acuerdo a las afirmaciones de Delgado Correa, tampoco se limpia el piso de los cubículos, ni el resto de las instalaciones penitenciarias.
“En esos cubículos, de siete metros de largo por 6 metros de ancho, que están habilitados para doce personas, conviven hacinados 16 reclusos. No hay agua ni para descargar el baño por lo que el hedor es insoportable”, agregó la joven.
Las autoridades del penal han ordenado el bombeo del agua por cinco o seis minutos, tiempo en el que los 16 presos deben llenar los recipientes que posean para almacenar el preciado líquido.
“Les llevaron una pipa para todo el penal y solo pueden cargar un cubo de agua por cada preso”, indicó García Pedraza.
“La higiene en estos momentos es pésima acompañada de aglomeración de personas. Esto no es todo, hay dificultades con los teléfonos, solo hay uno funcionando para todos los reos, insuficiente la iluminación y los apagones de largas horas que tienen que soportar estos inocentes”.
“No hay medicamentos para combatir la fiebre, un dolor, una infección”, recalcó García Pedraza.
La falta de medicamentos, los apagones y la carestía de agua afectan a gran parte de la población cubana.
Recientemente, el presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), Antonio Rodríguez, dijo en una sesión parlamentaria, que más de 156.000 personas carecen de un acceso adecuado al agua potable en Cuba. Otros 475.000 habitantes son servidos a través de carros cisternas y alrededor de 2.070.000 personas reciben el servicio cada 3 días o más.