Preso político enfermo tras inhalar sustancia tóxica en celda de castigo de cárcel de Quivicán

Lisette Fonseca, integrante de Cuba de Luto, muestra una foto de su hijo, Roberto Pérez Fonseca, preso político del 11J. (Foto: Cortesía de Albert Fonse)

El preso político Roberto Pérez Fonseca podría tener daños serios a su salud después de inhalar óxido de calcio durante su confinamiento en una celda de castigo en la prisión Quivicán de la provincia Mayabeque.

“Hace más de un mes que está con una crisis de asma. No ha tenido atención médica, le dan aerosol y ya, pero yo no estoy de acuerdo con eso, porque no es asmático, y un especialista lo tiene que ver”, explicó a Martí Noticias la madre Liset Fonseca.

Pérez Fonseca fue castigado en una celda tapiada tras manifestarse, el 19 de febrero, en el patio de la cárcel en memoria del prisionero político muerto en huelga de hambre Orlando Zapata Tamayo.

“Ese lugar lo tenían como almacén de la cal para pintar la prisión, pero ahí quedó todo el resto de la cal, todo lleno de ese polvo, y él lo aspiró”, insistió la madre del preso político.

El joven manifestante permaneció por tres días en la celda tapiada y la exposición a la cal bastó para enfermarlo.

Respirar hidróxido de calcio puede irritar la nariz, la garganta y los pulmones, causando tos, respiración con silbido o falta de aire. Si la cal ingresa a los pulmones puede ocurrir un daño pulmonar grave y, posiblemente, permanente.

“Hablé con el jefe de la prisión sobre lo que está pasando con mi hijo. Me dijo que fuera al puesto médico para hacerle un ‘conduce’ para sacarlo y hacerle una placa, pero no fue así”.

La semana pasada la madre del preso político se presentó en la Fiscalía Provincial de Mayabeque y denunció la falta de atención médica a su hijo por el daño sufrido tras la aspiración del químico.

El viernes lo sacaron para el penal de Melena del Sur, que es donde concentran a los reclusos que van a ser llevados a un centro médico.

“Lo pusieron a dormir en una colchoneta en el piso porque no hay camas libres. Todavía no lo han llevado a hacerle una radiografía, ni a que lo vea un especialista”, lamentó la mujer.

En el Reglamento de la Ley de Ejecución Penal, el régimen asegura que "los sancionados y detenidos reciben una atención preventiva, asistencial y especializada similar a la que el Estado garantiza a la población".