El preso político Juan Enrique Pérez Sánchez fue recluido el martes en una celda de castigo en la prisión Quivicán de la provincia Mayabeque tras vestir un pullover con el letrero “Patria y vida” y gritar frases antigubernamentales.
La protesta del preso político se desencadenó cuando tuvo conocimiento de que la policía intentó trasladar por la fuerza a la estación a su esposa Dayana Aranda Batista.
"Todo eso es por la agresión que yo tuviera una semana atrás aquí en mi casa por la policía. Porque me han citado muchas veces, pero siempre han sido informales. Nunca me traen una citación formal y entonces yo me niego a acudir a la policía porque es ilegal pero ese día ya no era que me estaban citando, era que me querían obligar a subir a la patrulla, yo no me dejé y no pudieron forzarme porque estaban las dos niñas mías delante, los vecinos”, relató la mujer a Radio Televisión Martí.
Pérez Sánchez, manifestante del 11 y 12 de julio en el poblado de San Antonio de las Vegas, municipio mayabequiano Nueva Paz, está condenado a 8 años de privación de libertad por delitos de Desórdenes Públicos, Desacato y Sabotaje.
“No sé de qué forma él lo supo allá dentro de la prisión y, en forma de protesta, se quitó su ropa de preso, se puso un pullover blanco donde escribió las frases ‘Patria y Vida’ y ‘Viva la Constitución de 1940’ y empezó a gritar dentro del destacamento ‘Abajo el comunismo’, ‘Abajo la dictadura’, ‘Libertad para nosotros los presos políticos. Por eso es que está en celda de castigo”.
El manifestante se hizo popular después de las demostraciones por una foto divulgada en Facebook en la que porta un cartel en el que se podía leer “Era tanto el hambre que nos comimos el miedo”.
Lee también Castigan a preso político del 11J que denunció abusos en cárcel de QuivicánDurante su encarcelamiento ha sufrido agresiones por parte de los guardias que en una ocasión le fracturaron a golpes una costilla.
Asimismo, los mandos penitenciarios han restringido sus llamadas telefónicas y visitas familiares en diferentes periodos.
El prisionero político de 41 años y padre de 4 hijos, fue juzgado los días 13, 14 y 15 de diciembre en el Tribunal de Santiago de las Vegas. Tiene serios padecimientos de salud, ya que padece de asma, sufre de una hernia discal y tiene una historia médica seria.