Las autoridades de la prisión Canaletas, en Matanzas, aseguraron a la familia del preso político José Hernández López que atenderían sus problemas de salud “cuando hubiera reactivos”.
“Tuve la visita de mi papá y lo encontré bastante bien, a pesar de las circunstancias de su enfermedad”, dijo a nuestra redacción su hija, Yanuris Hernández Puerta.
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“Nos reunimos con la doctora y con el Primer Teniente del penal porque a mi padre le está subiendo la presión y a veces hasta pierde el conocimiento, y no le quieren hacer un chequeo. Entonces, la respuesta que me dieron es que cuando hubiera reactivos lo iban a trasladar a otro lugar a examinarlo”.
Hernández López, condenado a un año de privación de libertad por el delito de desobediencia, padece hipertensión arterial, asma y gota.
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Durante la vista oral, su abogado demostró que Hernández López no había cometido “desobediencia”, pero el tribunal desestimó las pruebas y la defensa del abogado, y lo condenó a la máxima pena que se pide en los casos de este delito, que es la de un año de privación de libertad", indicó a Radio Televisión Martí Iván Hernández Carrillo, secretario general de la Asociación Sindical Independiente de Cuba (ASIC), organización de la que es miembro Hernández López.