En medio de una serie de protestas al interior de las prisiones de Cuba, por el aniversario del estallido social del 11 de julio, el preso político cubano Daniel Moreno de la Peña se declaró este martes en huelga de hambre y de palabra; informó a Martí Noticias su esposa, Evelyn Suñe Salazar.
Suñe Salazar recibió la noticia de la huelga mediante una llamada de su esposo que pudo grabar. “Yo Daniel Moreno de la Peña, injustamente detenido y privado de libertad en el Combinado del Este, me declaro en huelga de hambre y de palabra contra este gobierno. Acaban de impedirme vestirme de blanco, hoy 11 de julio, porque ellos dicen que no hay contrarrevolucionarios en Cuba”.
“Le estoy dejando bien claro a la dictadura que no me voy a vestir con la ropa de preso, porque esa ropa la usan para poner en las tumbas y enterrarnos a nosotros mismos. Estoy en desacuerdo con el comunismo”, expresó.
La esposa de Moreno de la Peña explicó que, desde que él llegó al Combinado del Este hace unos cuatro meses, se ha resistido a vestir con el uniforme de preso común, a manera de protesta contra su encarcelamiento y para demandar ser reconocido como un preso político. La ropa que usa es un pulóver blanco y un pantalón de otro color, porque no ha podido acceder a uno blanco.
Suñe Salazar comentó además que su esposo ha estado teniendo problemas de salud que apuntan que podría estar debutando como diabético. Sin embargo, no ha podido someterse a un examen profundo en un hospital para recibir un diagnóstico certero y un tratamiento, porque, según le han dicho los oficiales del centro penitenciario, “no hay combustible” para llevarlo.
“No es lógico que le estén negando asistencia médica y no es la primera vez. Siempre pasa lo mismo. Y me preocupa que esté en huelga de hambre siendo una persona diabética”, dijo la esposa.
Lee también Jóvenes acusados por actos contra seguridad del Estado desconocen hasta cuándo se extenderá su calvarioMoreno de la Peña se encuentra privado de libertad desde el 10 de enero pasado y todavía no ha recibido petición fiscal ni fecha de juicio. Primero estuvo detenido en el centro de operaciones de la Seguridad del Estado de Versalles, en Santiago de Cuba, provincia donde reside; luego lo trasladaron para Villa Marista, en La Habana; y finalmente al centro penitenciario Combinado del Este, también en La Habana.
Hasta ahora, Suñe Salazar sólo sabe que lo acusan de cometer otros actos contra la seguridad del Estado, por sus publicaciones en redes sociales, en específico por un video en el que exhorta a los cubanos a alzarse en armas contra el régimen castrista, pero no podría precisar el delito específico que se le imputa.
Además de Moreno de la Peña, otros presos políticos en distintas cárceles del país han realizado protestas en el aniversario del 11 de julio. El activista cubano Marcel Valdés reportó en sus redes sociales otros siete casos: Juan Enrique Pérez, en Quivicán, provincia Mayabeque; José Rodríguez Herrada, en Guamajal, provincia Villa Clara; y Yoanky Báez Albornoz, Yerandis Rillos Pau, Idael Naranjo Pérez y Yander Rodríguez Iglesias, en Combinado del Este.
Lee también Opositor acusado de incitar al pueblo a alzarse será juzgado en Santiago de Cuba: "lo amenazaron con pena de muerte"Entre ellos, Valdés destacó el de Juan Enrique Pérez, quien protagonizó una protesta en el comedor de la prisión, con un pulóver blanco en el que escribió las consignas “Patria y Vida” y “Viva la Constitución de 1940”. “Y en sus manos llevaba un pedazo de cartón donde escribió ‘Abajo la dictadura’ por un lado y, por el otro, ‘Era tanta el hambre que nos comimos el miedo’ (lo mismo que decía el cartel del día de su arresto el 12 de julio”.
“Juan comenzó a gritar consignas anticastristas y al momento los guardias le fueron arriba, lo golpearon, lo tiraron contra el piso y en el suelo le pisaban la cabeza”, precisó.
Este miércoles, en la más reciente actualización sobre este caso, Marcel Valdés afirmó que Juan Enrique Pérez estaba “encerrado en un cuarto, justo al lado de donde los presos cogen pabellón (visita conyugal)”.
“Dicen que a cada rato se escucha que grita bien alto ‘Patria y Vida’ como señal de vida, para que sus hermanos de causa sepan dónde está”.
Mientras, Yarelmis Oliva Millo, esposa de Yander Rodríguez, explicó a Martí Noticias que su esposo se quitó la ropa de preso, se vistió de blanco, se peló al rape, se quitó el colchón de dormir y comenzó a dormir “en la tabla pelada”. Pero no sabe si está ingiriendo alimentos, porque no la ha llamado por teléfono.
“Supe ayer de él por otro preso, que me llamó para decirme que estaba bien, que hasta ahora no le habían hecho nada”, indicó.
Rodríguez es uno de los prisioneros de conciencia del 11 de julio, del municipio Güira de Melena, y enfrenta una sentencia de 12 años de privación de libertad.
Esta semana, el activista Marcel Valdés publicó una carta suya que recibió a través de Yarelmis Oliva. En ella, el joven de 31 años denuncia la represión que sufrieron quienes salieron a la calle a manifestarse en julio de 2021 y exige justicia.
“Los que sobrevivimos estamos siendo torturados psicológicamente en los diferentes centros de reclusión, como por ejemplo en el Combinado del Este, donde me encuentro yo hace ya un año y once meses, y continúa el maltrato psicológico con los presos políticos y sus familiares”, dijo en la carta.