El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, pretende normalizar las relaciones entre España y Cuba, y en su reunión de hoy con el presidente de este país, Miguel Díaz-Canel, se limitaron a hablar de esa relación y no abordaron asuntos internos como la situación de los disidentes cubanos.
Sánchez aceptó una invitación de Díaz-Canel, para viajar a la isla en una visita oficial. "Ya están trabajando en la fecha y coordinando agendas", dijo una portavoz de Moncloa.
Sánchez, que gobierna en minoría bajo la amenaza de verse abocado a anticipar elecciones, se reunió el martes en Nueva York con Díaz-Canel en el marco de la 73 Asamblea General de Naciones Unidas.
En la reunión de hoy, Sánchez y Díaz-Canel centraron su diálogo en la relación bilateral y no entraron a comentar aspectos de la política interna de cada uno de sus respectivos países como la situación de los opositores al régimen cubano.
La semana pasada el partido Ciudadanos y el Observatorio Cubano de Derechos Humanos pidieron al ejecutivo español que tuviera en cuenta el tema de los derechos humanos en la isla en la reunión con la representación cubana.
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De producirse, se trataría de la primera visita oficial de un presidente español a Cuba desde la realizada en 1986 por el también socialista Felipe González.
José María Aznar estuvo en ese país en 1999 con el Rey Juan Carlos pero con motivo de la celebración de la cumbre iberoamericana de ese año.
El diario español El País asegura que además de esta visita de Sánchez, "el Gobierno se plantea la posibilidad de que los Reyes puedan realizar la primera visita de un monarca español a la isla en 2019, coincidiendo con 500 aniversario de la fundación de La Habana".
[Con información de EFE, Reuters y El País]