Francia, décimo socio económico de Cuba, mantiene relaciones sostenidas con la isla, aunque su presencia está lejos de poder rivalizar con la de Venezuela o China, países cercanos al régimen cubano.
En 2013, Francia mantuvo un comercio con la isla de 278 millones de euros, pero ese intercambio apenas alcanzó 180 millones en 2014.
Esa baja se debió, fundamentalmente, a la caída de las importaciones cubanas de cereales y a la suspensión de una línea de crédito otorgada por la Compañía Francesa de Seguros para el Comercio Exterior (Coface), según la embajada de Francia en La Habana.
El ron representa casi la mitad de las exportaciones cubanas a Francia, que vende principalmente a Cuba trigo, productos agroquímicos y equipos de transporte.
Unas 60 empresas francesas operan en la isla a través de asociaciones con entidades estatales cubanas; 13 compañías están establecidas como empresas mixtas o con contrato de asociación y 20 como sucursales. Estas representan sectores claves de la economía local (agroalimentario, turismo, navegación, construcción, energía, equipamiento industrial y transporte).
Entre las principales empresas francesas asentadas en Cuba están la compañía de construcción y servicios Bouygues, Pernod-Ricard (principal inversor francés en la empresa mixta Havana Club Internacional), la aerolínea Air France y la petrolera Total.
Francia es el cuarto mayor inversionista en la isla, después de España, Canadá e Italia. Por otra parte, París tiene alrededor de un tercio de la deuda cubana con el Club de París, de entre $15.000 y $16.000 millones.
En Cuba, la cifra de expatriados galos es reducida. En abril, había 696 franceses instalados, de los cuales menos del 30% eran binacionales.
En materia de turismo, el número de franceses que visita Cuba cada año está creciendo (+14% entre enero de 2014 y enero de 2015) y los ciudadanos de ese país ocupan el quinto lugar entre los visitantes más asiduos. Pero, con un poco más de 100.000 visitantes anuales, los franceses están muy lejos de los canadienses, que representan más de un tercio de los tres millones de turistas que arriban a la isla cada año.
Las dos Alianza Francesa de La Habana y Santiago de Cuba, únicos centros culturales extranjeros autorizados en la isla, cuentan actualmente con varios miles de estudiantes.
Si bien antes de François Hollande ningún Jefe de Estado francés visitó Cuba, François Mitterrand, entonces primer secretario del Partido Socialista francés, realizó una visita de seis días a la isla en octubre de 1974.
Mientras tanto, empresas de Cuba y Francia firmaron hoy en La Habana convenios en las áreas del petróleo y turismo durante un foro de negocios celebrado en el marco de la visita oficial que realiza el presidente francés a la isla, informaron hoy medios oficiales.
El ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, explicó que los intercambios realizados este lunes entre empresarios cubanos y franceses permitieron identificar "intereses comunes" con el fin de impulsar la cooperación en varios sectores. En la producción de petróleo, Malmierca dijo que Cuba se interesa por la participación del grupo empresarial del sector energético Total en un contrato de exploración a riesgo y producción compartida, capacitación de personal cubano y modernización de la refinería de Santiago de Cuba, según cita la agencia Prensa Latina.
La semana pasada directivos de la estatal Unión Cuba-Petróleo (Cupet) plantearon relanzar su proyecto de exploración petrolera en aguas profundas en su Zona Económica Exclusiva (ZEE) del Golfo de México, donde han hecho estudios geológicos que estiman reservas de unos 22.000 millones de barriles, aunque todavía no se han hallado.
En el Foro Empresarial Cuba-Francia, que clausuró el presidente Hollande, las autoridades cubanas promovieron las oportunidades de negocios en diversos sectores de su economía, que requiere $2.500 millones para hacer sostenibles las reformas económicas emprendidas por Raúl Castro.
Representantes del grupo estatal Biocubafarma de la isla promovieron en la sesión las asociaciones con empresas francesas para el desarrollo clínico y la comercialización de productos biotecnológicos para el tratamiento de diversas enfermedades en el país europeo.
También se abordó la posibilidad de constituir empresas mixtas en la Zona Especial de Desarrollo del puerto de Mariel, que aspira a convertirse en un gran centro empresarial y foco de atracción de la inversión foránea, aunque no se concretaron proyectos.
Francia quiere intensificar sus intercambios comerciales con la isla, que en 2014 se cifraron en 180 millones de euros, una cifra algo inferior a la del año anterior y alejada de los flujos que mantiene con otros socios europeos como España, Holanda o Italia.
Aunque las cifras de comercio son modestas, Francia es ya el tercer inversor europeo en la isla con la presencia de importantes compañías como la de bebidas Pernod Ricard, la hotelera Accor, la aerolínea Air France.
En su visita a Cuba, el presidente François Hollande viajó acompañado de altos directivos de estas empresas que quieren ampliar su presencia en la isla y de otras que desean aprovechar las oportunidades en el país como el grupo de distribución Carrefour, o el de telecomunicaciones Orange.
En noviembre del año pasado Cuba presentó una cartera de negocios
para captar la inversión extranjera que incluía 246 proyectos para animar su frágil economía que en total requiere $8.700 millones en sectores como energía, turismo, agroalimentación e industria.