El presidente Joe Biden declaró este martes en la Casa Blanca que “no es racional” deportar a migrantes en la frontera de Estados Unidos y México “a naciones como Venezuela, Cuba y Nicaragua”.
Así se expresó Biden en una conferencia de prensa, en la cual respondió a preguntas sobre el creciente número de migrantes que intentan entrar al país de forma ilegal.
En respuesta a una pregunta sobre el aumento del flujo migratorio durante su mandato, se refirió a esos tres países. “Hay menos y menos migrantes llegando de América Central (…) Es una circunstancia totalmente diferente (a lo que ocurría en el pasado)”, explicó Biden.
“Lo que está ocurriendo ahora, durante mi mandato, es Venezuela, Cuba y Nicaragua, y la capacidad de enviarlos de vuelta a esos Estados no es racional”, dijo. “Estamos trabajando con México y otros países para ver si podemos frenar el flujo”.
En los últimos 11 meses, las autoridades fronterizas han detectado el arribo de 197.870 cubanos, lo que constituye la mayor ola migratoria en desde 1959. En agosto, llegaron más de 20 mil.
Sobre este mismo tema habló este martes Jake Sullivan, Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Un periodista le preguntó, “dadas las últimas cifras de cruces fronterizos y la gran cantidad de cubanos entre ellos, ¿está planeando la administración reanudar las conversaciones sobre migración con Cuba?”
“De hecho”, respondió Sullivan, “hemos tenido una serie de conversaciones con el gobierno cubano sobre la reactivación de las visas, lo que se anunció anteriormente”.
“Estados Unidos está proporcionando una cantidad significativa de visas para que los cubanos puedan venir directamente de Cuba a los Estados Unidos y no hacer ese angustioso viaje. Y continuaremos interactuando con ellos sobre la cuestión de la migración”, explicó Sullivan.
No obstante, subrayó que hay un punto más importante: “el pueblo estadounidense debe entender que una parte importante de la razón por la que estamos viendo un aumento en la cantidad de personas que vienen a la frontera suroeste de Estados Unidos es porque la gente está huyendo de esas dictaduras represivas, Cuba, Venezuela y Nicaragua. Y los ciudadanos de esos países están luchando bajo el peso y el yugo de gobiernos represivos y están tratando de salir”.
“Y eso”, dijo, “es lo que hace que sea tan difícil para alguien que trabaja en el ámbito de la seguridad nacional ver que una persona de uno de esos tres países, de Venezuela, Cuba o Nicaragua, sea tratada como una especie de peón, porque están tratando de huir de dictaduras brutales”.
Agregó Sullivan que Estados Unidos está asumiendo “su responsabilidad de ayudar a los ciudadanos de esos tres países, pero también cree que es una responsabilidad de toda la región”.
“Entonces, lo que verá en las próximas semanas es una enorme cantidad de diplomacia intensiva mientras trabajamos con todos los países de la región para hacer su parte y ayudar a lidiar con los problemas migratorios que salen de Cuba o Nicaragua y Venezuela en especial”, concluyó el Asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
El pasado lunes, otra agencia del gobierno federal estadounidense había abordado este asunto.
“Los regímenes comunistas fallidos en Venezuela, Nicaragua y Cuba están impulsando una nueva ola de migración en todo el hemisferio occidental, incluido el reciente aumento de encuentros en la frontera suroeste de los Estados Unidos”, dijo el comisionado del Departamento de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP), Chris Magnus.
En los puntos fronterizos de EEUU se han registrado 2,1 millones de arrestos durante los primeros 11 meses del año fiscal 2022, que finaliza el 30 de septiembre.
El CBP aseguró que la gran cantidad de personas que huyen de los regímenes comunistas fallidos en Venezuela, Nicaragua y Cuba está contribuyendo a que aumente el número de migrantes que intentan cruzar la frontera.
“Nuestros equipos dedicados de agentes calificados continúan trabajando las 24 horas para asegurar nuestra frontera y procesar y examinar de manera segura y humana a cada individuo encontrado, pero aquellos que huyen de regímenes represivos plantean desafíos importantes para el procesamiento y la eliminación", explicó Magnus.