Reporteros sin Fronteras (RSF) calificó de ridícula la nueva ley de seguridad nacional de China en Hong Kong.
Las democracias del mundo deben presionar al gobierno de China para que “derogue la ley que permitirá procesar a cualquier periodista que escriba sobre Hong Kong”, afirmó la organización con sede en París.
“Serán acusados de atentar contra la seguridad nacional, cargo que podría acarrear la cadena perpetua e incluso la pena de muerte si los casos se juzgan en China”, advirtió.
La ley de seguridad nacional aprobada el 30 de junio “podría ser invocada contra los periodistas en cualquier parte del mundo”.
"Esta ridícula reglamentación, que abre la puerta a toda arbitrariedad, no sólo da al régimen de Pekín los medios para acosar y castigar con apariencia de legalidad a los periodistas que le desagradan en Hong Kong, sino también para intimidar a los comentaristas en el extranjero, amenazándolos con la cárcel”, denunció Cédric Alviani, jefe de la oficina de Asia Oriental de RSF.
Hay que evitar que China logre establecer nuevo orden mundial de los medios de comunicación, precisó Alviani.
Un problema grave es que “la nueva ley es tan ambigua y confusa en su versión original china como en su traducción al inglés”.
“Ha entrado en vigor nada más promulgarse y parece aplicarse a cualquier periodista que informe sobre Hong Kong, sea o no residente en el territorio (artículo 38).
“Establece una pena máxima de cadena perpetua en el caso normal de un juicio en Hong Kong pero, aunque nunca utiliza la palabra "extradición", se reserva la posibilidad de un juicio en la República Popular China (artículo 55), donde los delitos contra la seguridad nacional se castigan con la pena de muerte.
“La ley también prevé que ciertos juicios se celebren a puerta cerrada, sin público ni medios de comunicación (artículo 41)”, dijo RSF.
La organización añadió que en China hay unos 114 periodistas encarcelados.