“Un problema en el sistema” fue la causa por la que retuvieron el domingo en el Aeropuerto Internacional Jose Martí, en La Habana, a la profesora Omara Ruiz Urquiola, que regresaba de un viaje a Estados Unidos.
“Vino un agente de estos de la Seguridad [del Estado] que, por supuesto, ni se identificó, ni saludó, ni mucho menos”, le contó la activista pro derechos humanos a la reportera de Radio Martí Ivette Pacheco. “Párese detrás de la línea roja porque hay un problema en el sistema”, le dijo entonces el individuo.
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Después se le acercó una agente de Aduanas, presumiblemente también agente de la Seguridad del Estado, “una muchacha muy joven” que llevaba audífonos, y la condujo a una mesa aparte, añade la profesora Ruiz Urquiola.
La retuvo alrededor de 45 minutos para revisar detalladamente su equipaje, incluyendo su agenda personal; le prohibieron hablar por teléfono y la interrogaron.
“Con preguntas -como siempre- de rutina, y en el medio intercalaban preguntas sobre cosas que querían saber”, dijo Ruiz Urquiola. “Muy pueril todo, muy básico; realmente poco profesional”.
La agente de Aduanas recibía órdenes continuamente, manifiesta la profesora e investigadora cubana.
“A ella la tenían muy nerviosa, compulsada a encontrar algo que no iba a encontrar”, relató la activista, hermana del científico Ariel Ruiz Urquiola. “En algún momento vino otro muchacho de la Aduana -evidentemente todos son agentes de la Seguridad del Estado-, me ocupó el pasaporte hasta que me dejaron salir”.
Fue un ridículo público; aquello daba risa, asegura la activista.
Omara Ruiz Urquiola fue expulsada el 29 de julio del Instituto Superior de Diseño (ISDI), donde llevaba más de dos décadas como profesora de Historia del Diseño e investigadora.
"Me quedo en la calle, sin salario, y además truncan una parte de mi vida importante que es la enseñanza", le dijo entonces a Radio Televisión Martí. “Es una expulsión por motivos políticos. Han fabricado un informe falso que ha sido corroborado, como dijeron ellos al inicio de la reunión, por los directivos de la Universidad de La Habana”.
Ahora teme que la persecución contra ella y contra los activistas que defienden los derechos humanos en la isla vaya “in crescendo”.
“Me llama la atención cómo [el presidente designado] Miguel Díaz-Canel dice en los foros internacionales que en Cuba nadie es perseguido”, comenta Ruiz Urquiola. “Yo me siento perseguida, me siento vigilada. Se me ha tratado de impedir entrar a la casa de una amiga, Iliana [Hernández], el día de su cumpleaños”.