La Oficina del Vocero del Departamento de Estado anunció su reciente Plan de Acción para que los EE.UU. forme un equipo de las mejores mentes de sus agencias federales, del sector privado, de las universidades y de socios del exterior, para desarrollar vacunas e intervenciones terapéuticas para proteger al mundo del COVID-19.
Los EE.UU. recurre a su presidencia del G7 y la utiliza como catalizador para convenir el poderío y la adaptabilidad de las principales democracias y economías libres del mundo, para ser aplicadas en este proyecto. Al mismo tiempo, recibe con beneplácito los esfuerzos que realizan otros países para movilizar recursos que ayuden a mitigar y a poner fin a la pandemia del COVID-19.
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Esfuerzos como los que son depositarios hoy los participantes de la conferencia en Europa, entre otras cosas, servirán de apoyo para la inversión en la Coalición de Innovaciones para la Preparación de Epidemias (CEPI en inglés), así como la conferencia del 4 de junio del Reino Unido para la Alianza Global para Vacunas e Inmunizaciones (GAVI).
La Sociedad ACTIV, en inglés para Vacunas e Intervención Terapéutica Acelerada para el COVID-19, desarrolla una infraestructura colaborativa para dar prioridad a candidatos para vacunas y drogas, determinar tratamientos clínicos específicos, coordinar procesos regulatorios y favorecer casos positivos entre todos los participantes, para responder rápidamente ante el COVID-19, en el caso de pandemias futuras.
Dedicado a una respuesta coordinada en la investigación de la pandemia del COVID-19, el proyecto aúna más de una docena de los principales laboratorios farmacéuticos, la Oficina de Salud y de Servicios Humanos del Secretario Adjunto para la Preparación y Respuesta, los Centros de Prevención y Control de Enfermedades, la Administración de Alimentos y Drogas de los Estados Unidos y la Agencia Europea de Medicamentos.
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Además de sus prolongadas inversiones en proyectos de investigación, el Gobierno de los Estados Unidos ha invertido más de 1 billón de dólares en el desarrollo de vacunas contra el COVID-19, en sociedad con la industria farmacéutica del país y dos proyectos internacionales de vacunas gubernamentalmente promovidas que se encuentran en la actualidad, en la Fase 1 de las pruebas clínicas. Uno de dichos candidatos fue desarrollado en sociedad con la compañía CEPI de Noruega.
En el Desarrollo de sus inversiones de más de 140 billones de dólares en proyectos de salvaguarda de vida en el mundo, durante las últimas dos décadas, los Estados Unidos pone sobre la mesa años experiencia con la Agenda de Seguridad para la Salud Mundial (GHSA en inglés), el Plan de Emergencia del Presidente de los Estados Unidos para la Cura del SIDA (PEPFAR en inglés), el Proyecto del Presidente para la Malaria (PMI en inglés), así como importantes inversiones para detener la tuberculosos y la poliomielitis.
Con mucho más por venir en el futuro, el Gobierno de los Estados Unidos ya se ha comprometido en invertir más de 500 millones de dólares en la asistencia necesaria para mejorar la educación en la salud pública, el abastecimiento de agua y los servicios sanitarios en instalaciones de salud, así como para aumentar la capacidad de respuesta rápida en laboratorios de verificación de proceso de enfermedades, en más de 100 de los países que se encuentran en mayor riesgo de todo el mundo.