En un sorpresivo giro y pese a un escenario económico adverso, el candidato peronista y ministro de Economía Sergio Massa fue el más votado el domingo en las elecciones presidenciales de Argentina, pero sin el respaldo suficiente para evitar un balotaje con el ultraderechista Javier Milei.
Según el conteo oficial y con el 98% escrutado, Massa, que representa al peronismo moderado, obtenía 36,64% de los votos, mientras que Milei, un economista ultraliberal, lograba 30,01%. Patricia Bullrich, líder de la coalición de centroderecha Juntos por el Cambio, alcanzaba 23,83% de los votos.
Para ganar las elecciones un candidato debe obtener al menos 45% de los votos válidos o 40% y una diferencia de 10 puntos porcentuales sobre el segundo más votado. De lo contrario, las dos fórmulas con más sufragios se enfrentarán en un balotaje el 19 de noviembre. Quien resulte electo asumirá el poder el 10 de diciembre.
Este resultado revirtió la tendencia de las elecciones primarias de agosto en las que Milei, quien atrae a amplios sectores con sus promesas de erradicar la inflación y sus dardos contra la clase política tradicional, resultó el más votado.
Massa, de 51 años, reconoció en la sede de su campaña que Argentina vive "una situación compleja y llena de desafíos y dificultades" y afirmó que en los próximos días se ganará la confianza de "los que se quedaron en su casa, votaron en blanco, que eligieron a otros".
El peronista también dijo que buscará consolidar un gobierno de unidad nacional "construido sobre la base de convocar a los mejores, sin importar su fuerza política".
El apoyo obtenido por Massa en la provincia de Buenos Aires, tradicional bastión del peronismo y que contiene a más de un tercio del electorado nacional, fue decisivo para que lidere la elección general. El gobernador peronista de ese distrito, Axel Kicillof, logró su relección por más de 18 puntos de diferencia sobre el segundo más votado.
Massa sumó votos respecto de las primarias de agosto pese a que durante su gestión como ministro se aceleró la inflación hasta rozar el 140% anual y la pobreza aumentó al 40,1%.
La inflación, la inseguridad y la falta de previsibilidad económica están al tope de las preocupaciones en las encuestas de opinión. Los argentinos también mencionan la corrupción entre sus preocupaciones.
Al ponderar los resultados, Jorge Arias, director de la consultora Polilat, destacó de Massa "su vocación política, su vocación de poder, su capacidad política".
"Nadie tiene a Massa como el gran economista. Como un político oportunista y audaz se tiró sobre la bomba de la economía en agosto del año pasado. No le fue muy bien, pero sigue intentando caminos que permitan mostrar que la agenda social de este gobierno se sostiene pese todas las dificultades económicas... demuestra que está batallando, aunque no lo resuelve", dijo Arias a The Associated Press.
El ministro de Economía ha dicho que cancelará la deuda de unos 44.000 millones de dólares que el país tomó en 2018 con el Fondo Monetario Internacional y prometió que logrará orden fiscal y superávit comercial sin renunciar a la inclusión social. También ha persuadido al electorado peronista de que siga apostando por la fuerza que ha implementado un vasto tejido de ayudas sociales para los desfavorecidos.
El ministro ha advertido, además, que las políticas de Milei esconden un recorte de derechos básicos. Eso fue replicado por el ultraderechista, de 53 años, quien en un discurso sostuvo ante sus seguidores que "vamos a terminar con los privilegios (de los políticos), no a quitar derechos".
Al igual que su rival, Milei pidió el respaldo de los que no lo apoyaron. "Todos los que queremos un cambio tenemos que trabajar juntos; si trabajamos juntos podemos ganar y evitar que nuestros chicos se vayan del país, terminar con la corrupción y con los privilegios de la casta política".
A su vez sostuvo que Massa integra una "organización criminal" que "quiere hipotecar nuestro futuro para permanecer en el poder".
Para el analista Lucas Romero, de la consultora Synopsis, Massa tiene enfrente a un Milei "sin pericia política, que quizá no tenga la capacidad de entender que la escena le pide que se tiene que moderar, construir acuerdos políticos y seducir a votantes".
La analista Mariel Fornoni, de la a consultora Management & Fit, apuntó que al ultraderechista le jugaron en contra las polémicas declaraciones de allegados que en los últimos días señalaron, por ejemplo, que Argentina debía cortar relaciones con el Vaticano.
En cambio -acotó Fornoni- a Massa le rindió frutos haber recalcado "cuánto representaría en el presupuesto de la gente la quita de subsidios (al transporte y los servicios públicos) tuvo mucho impacto y evidentemente dio más miedo que cualquier otra cosa".
Milei tiene un discurso en contra de la clase política tradicional, a la que tacha de "casta" de privilegiados, y ha sabido empatizar con amplios sectores populares que tienen su poder de compra pulverizado y han sido testigos de constantes escándalos de corrupción protagonizados por funcionarios públicos.
Su propuesta de dolarizar la economía y cerrar el Banco Central para frenar la emisión de pesos y reducir la inflación parece no haber sido suficiente para mantenerse en el primer lugar de las preferencias.
El economista, que se identifica con los expresidentes ultraderechistas Donald Trump de Estados Unidos y Jair Bolsonaro de Brasil, también plantea la desregulación del mercado legal de armas.
En los comicios del domingo también se renovaron 24 bancas del Senado y 130 de diputados nacionales y se eligieron varios alcaldes y gobernadores.