El pelotero Lázaro Ramírez, que era parte de la selección cubana en la gira de Canadian American Association of Professional Baseball (Can-Am), habría desertado del equipo el jueves, según medios y blogs especializados.
Ramírez, de 24 años y cinco series nacionales, está considerado entre los mejores jardineros del actual béisbol cubano. Se habría fugado mientras miembros de la delegación salieron a hacer compras en Nueva Jersey.
Fuentes de la delegación dijeron que la ausencia de Ramírez se notó en el dugout, cuando no apareció en la alineación en la mañana del jueves.
Al parecer es el primero en desertar en esta ocasión.
Las deserciones han minado a la pelota cubana. Jóvenes y no tanto han ido abandonando el equipo nacional en competiciones internacionales.
Otros, incluso, han salido ilegalmente del país para convertirse en agentes libres, persiguiendo el sueño de llegar a las Grandes Ligas estadounidenses.
Expertos alegan que Ramírez se distingue por su rapidez y contacto. Fue incluido en el Todos Estrellas de la pasada contienda cubana, donde bateó para .304 con un OPS de .673, además de considerársele un buen defensor.
Ramírez deserta pese "al miedo"
Su deserción se produce pese a amenzas de directivos cubanos del béisbol a partir de un documento en que les advierten que están en negociaciones con Las Grandes Ligas y los que desertan estarían inhabilitados por cinco años a obtener los jugosos contratos en Estados Unidos.
Las grandes Ligas, sin embargo, desmintió que exista acuerdo alguno en este sentido.
De por vida en Series Nacionales, Ramírez conecta para .298 con dos jonrones, 24 carreras empujadas y 15 bases robadas. 706. Su futuro dependerá de la agencia de representación que elija para llegar a las Ligas Menores.
Independientemente de su ascendente carrera, tendrá que entrenar para “pulir” su juego, dijo un agente consultado por el Nuevo Herald.
Al momento de escapar, Ramírez exhibía promedio de .304 producto de 14 imparables en 46 turnos en la Liga Can-Am, donde Cuba ha comenzado a levantar y muestra balance de 6-7 tras un pésimo comienzo.
Al momento de publicar esta nota, el equipo cubano -que finaliza su actuación el 2 de julio- acumulaba siete derrotas en 11 juegos, mientras la ofensiva escaseaba en lo oportuno y los abridores mostraban promedios de carreras limpias muy elevados.
"Tienen un miedo que los paraliza, al menos es la impresión que me llevé al conversar con ellos", dijo al Nuevo Herald una fuente con acceso al equipo.
"Ellos están interesados en jugar en una pelota superior, pero el control es tremendo'', agregó.