En la vista concluida en la noche del martes, el Tribunal Municipal de Palma Soriano ratificó la petición fiscal de 10 años de privación de libertad para el pastor Lorenzo Rosales por los supuestos delitos de “Atentado”, “Instigación a delinquir” y “Desacato”.
Es una total injusticia, donde se utilizaron falsos testimonios por la parte acusadora, dijo a Radio Martí su esposa, Maridilegnis Carballo, que reiteró la inocencia del pastor.
“Un juicio en el que no prevaleció la verdad, se sostuvo por la Fiscalía una narración de hechos que nada tienen que ver con lo que realmente pasó el 11 de julio. Se contó una historia que verdaderamente no fue la que vimos no la que vivimos ese día”, expuso Carballo.
Lee también Cuba en la "Lista de Vigilancia Especial" de gobiernos que violan la libertad religiosaDe acuerdo con lo narrado por la esposa del Pastor Rosales, se responsabilizó a los manifestantes de “toda la violencia, se les atribuyeron intenciones de vandalizar, ¡hasta de matar”. Hubo testigos que dijeron que sus intenciones eran acabar con todo”.
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“Fueron los testimonios de los testigos de la Fiscalía, que eran, en su mayoría, todos los policías, dijeron que sintieron miedo, que sintieron terror porque el pueblo iba con palos, con piedras, con botellas, todo eso no es verdad”, aseguró Carballo.
“En definitivas”, afirmó, “fueron ‘ellos’ (los policías) los que resultaron lesionados, agredidos, víctimas y, fue eso en definitivas lo que se trató de probar. Sabemos que todo eso es mentira, que mi esposo es inocente, que su actuar ese día no tiene que ver nada con los delitos de los que se le acusa”.
Lee también Asociación de iglesias cristianas reclama su derecho a demandar junto al pueblo la libertad de CubaCarballo concluyó agradeciendo a “todo el pueblo cristiano, a todos los hermanos, a todos los que han estado orando y sabemos que veremos la Gloria de Dios manifestada en este proceso, veremos su justicia”.
El pastor Lorenzo Rosales, fue detenido en Palma el 11J por participar en las protestas populares, y lleva más de cinco meses preso en la cárcel de Boniato en de Santiago de Cuba, donde ha sido víctima de múltiples maltratos.
(Con reporte de Tomás Cardoso para Radio Martí)