El matrimonio formado por Dánger Acosta Jústiz y Yusmelis Moreno González, padres de cuatro hijos, tres de ellos menores, llevan casi 80 días presos por, presuntamente, estar involucrados en las protestas de Surgidero de Batabanó en la provincia de Mayabeque, donde residen.
“Cuando llegaron los carros con guardias ‘boinas negras’ y las brigadas antimotines repartieron golpes a diestra y siniestra. Mi hermano y mi cuñada no estaban en la protesta. Ellos viven frente al parque y a su hija, una menor de edad de 17 años, que, sí estaba en la manifestación, la estaban apaleando con un bastón y le rompieron la cabeza y tuvieron que darle puntos en la herida. Ella se llama Yumisel. Cuando su madre vio que estaban pegando a la niña salió en su defensa y terminó ella agredida y arrestada al igual que mi hermano. Pero ellos lo que trataron de impedir que siguieran maltratando a la niña”, explicó a Radio Televisión Martí, Beatriz Acosta Jústiz, hermana del detenido.
El proceso de investigación penal contra la pareja acaba de cerrar y ahora esperan en prisión preventiva la petición que el fiscal hará para sus casos.
El término de la instrucción del expediente de fase preparatoria “no debe exceder de 60 días a partir de la fecha de resolución de inicio”, conceptúa la ley de procedimiento penal.
Acosta y Moreno fueron detenidos en el parque de su localidad el 12 de julio, implicados en las manifestaciones que, en ese municipio, se extendieron hasta esa jornada.
Yusmelis Moreno está recluida en la Prisión de Mujeres de Occidente y su esposo en la de Quivicán. Ambos están acusados de “atentado”.
“No hemos podido verlos por las medidas sanitarias por la COVID-19 pero sí he hablado con él por teléfono, dice que está injustamente ahí”, lamentó Beatriz que añadió que ahora los familiares de la pareja han tenido que hacerse cargo de los muchachos.
Según el Centro de Asesoramiento Legal Cubalex, aún quedan en detención al menos 533 cubanos de 1.078 aprehendidos a raíz del estallido social del 11 de julio.