La vicepresidenta y canciller de Panamá, Isabel de Saint Malo de Alvarado, advirtió que si no se llega a una “solución integral” a la crisis migratoria de cubanos y africanos en la región, el país tendrá que adoptar medidas similares a otras naciones para “desincentivar el flujo de migrantes hacia Panamá”.
Sus declaraciones se produjeron en el foro “Migración y Desarrollo en las Américas: Hacia la implementación de la agenda global de desarrollo”, organizado el viernes por la OEA, en Washington, D.C, Estados Unidos.
Saint Malo de Alvarado hizo un llamado a la solidaridad de las países de la región, que son “fundamentalmente países de migrantes” y calificó como “contradictoria” la posición adoptada por algunos países centroamericanos al cerrar sus fronteras para el paso de estos migrantes, que ha puesto a Panamá en una situación “en extremo difícil”.
Costa Rica y Nicaragua han cerrado el paso a los cubanos y africanos, lo que ha agravado la situación en Paso Canoas, frontera: hay unos 3.000 cubanos varados desde hace cuatro meses, y más de 100 africanos estaban en la línea fronteriza y ahora están alojados en albergues.
La canciller aplaudió el interés que la Organización de Estados Americanos (OEA) ha puesto al tema migratorio, “pues es esta voluntad política la que podrá reducir las resistencias vinculadas a los flujos migratorios y maximizar las oportunidades que las migraciones representan”, agregando que esto solamente será posible “si tenemos un tratamiento integral del problema”.