Padres indignados por torturas a su hijo preso político del 11J; carceleros de Boniato admiten haberlo golpeado

El preso político Iliván Fuentes Fonseca fue sentenciado a cuatro años de privación de libertad tras participar en las protestas populares del 11 de julio de 2021 en Santiago de Cuba.

Autoridades de la prisión de Boniato, en Santiago de Cuba, propinaron una golpiza y recluyeron en una celda de castigo, el pasado jueves, al preso político Iliván Fuentes Fonseca, de acuerdo al testimonio de sus padres a Martí Noticias.

“A él le dieron una golpiza el jueves. En la visita del jueves 2 de mayo informaron que los presos no podían pasar comida [a los calabozos]. Iliván me dijo, ‘yo voy a protestar eso, porque es una injusticia, con lo que nos están dando de comida aquí”, relató la madre Elodia Esther Fonseca Labrada.

Preguntado por varios de los familiares de los reclusos, el Jefe de la Prisión contestó que era una orden “de arriba” porque en algunos casos los alimentos que traen del exterior llegan en mal estado y producen enfermedades diarreicas y otras dolencias.

Fonseca Labrada señaló que el único que protestó fue su hijo: "Se manifestó, gritó ¡Abajo el comunismo!, ¡Abusadores! Lo esposaron y un jefe de la prisión, mandó a guardias a darle una golpiza. Le dieron bastonazos y quedó muy golpeado. Lo llevaron al hospitalito de la cárcel y de allí lo metieron en celda de castigo por cuatro días”.

Según la señora, hace cuatro meses, los mandos del penal le aplicaron a su hijo ‘la bicicleta’: un tipo de tortura que consiste en esposar a los reclusos con los pies y manos unidos a la espalda, según han explicado ex prisioneros políticos.

Organizaciones defensoras de derechos humanos han denunciado que las torturas cometidas por personal de centros penitenciarios de la Isla incluyen, además, abuso verbal, privación de atención médica, trabajos forzados, confinamientos en solitario, privación de sueño y de comida, ofensas y humillaciones constantes.

Golpes de la cintura para abajo

“Estoy indignado por el maltrato que se está cometiendo con el hijo mío, los castigos y no estoy de acuerdo con ese trato. Me siento mal por esa forma de maltratar a los presos políticos, fundamentalmente”, indicó Juvenal Fuentes Portuondo, el padre del joven sentenciado a cuatro años de privación de libertad tras participar en las protestas populares del 11 de julio de 2021 en Santiago de Cuba.

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Las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento a los reclusos establecen que “ningún recluso será sometido a tortura ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes” …” y no podrá invocarse ninguna circunstancia como justificación en contrario”.

Sobre el régimen de aislamiento, las Reglas Mandela plantean que “se utilizará sólo en casos excepcionales como último recurso, durante el menor tiempo posible y sujeto a revisión independiente”.

Ante el reclamo de la madre, funcionarios del órgano de prisiones de Santiago de Cuba, dijeron que solo habían dado dos golpes de la cintura para abajo. “El de la prisión, me dijo que cuatro golpes para estabilizarlo, para que se controlara porque se puso muy agresivo”.

Esto no es un caso aislado, el régimen de La Habana aseguró en el más reciente Examen Periódico Universal de Cuba, que "en los últimos cinco años, se había sancionado a 144 funcionarios de prisiones por extralimitarse en el ejercicio de sus funciones".

Sin atención médica

El preso político, de 23 años, está diagnosticado desde los 12 de un “trastorno mixto de la personalidad”, una patología psiquiátrica que puede provocar cambios de ánimo intensos y en el comportamiento.

“Lleva dos años sin que lo vea un especialista, desde que entró a la prisión, y debe tomar dos carbamazepina diarias. Aquí vinieron del penal, rápido, a buscar los medicamentos de Iliván porque hacía cuatro meses que no los tomaba”, narró la madre.

El Tribunal Municipal lo declaró culpable de los delitos de desórdenes públicos y desacato. La sentencia asegura que el joven, de 20 años en el momento de los hechos, y otros acusados se convirtieron en protagonistas de “los disturbios” y gritaron, en repetidas ocasiones, “frases en detrimento de la dignidad y el decoro de Miguel Díaz-Canel”.