El miércoles las autoridades de la prisión provincial de Guantánamo, Combinado Sur, se negaron a recibir los alimentos, el aseo y los medicamentos, que habían llevado los familiares de los cuatro presos por participar en las manifestaciones populares de Caimanera, el pasado seis de mayo.
Los cuatro habían sido trasladados al penal de máxima seguridad el lunes de esta semana, tras pasar varios días bajo investigación policial en el centro de operaciones de la Seguridad del Estado en la provincia de Guantánamo, donde habían permanecido desde su detención.
Se trata de Luis Miguel Alarcón Martínez, Freddy Sarquiz González y los hermanos Rody y Daniel Álvarez González, todos con petición fiscal por el delito de desórdenes públicos, por el cual pudieran ser condenados entre seis meses y tres años de privación de libertad, o multas de hasta mil cuotas, en dependencia de la gravedad de los cargos.
En el caso de Luis Miguel, se añade el delito por resistencia; en el de Daniel, por daños a la propiedad y en el de Rody, por atentado, según había informado a Martí Noticias Victoria Martínez Valdivia, quien junto a Alfredo Álvarez Pozo, se presentó en ese centro penitenciario como le había indicado el instructor del caso.
Los abogados que defienden a los cuatro habían solicitado un cambio de medida cautelar, para que ellos permanecieran bajo fianza en prisión domiciliaria hasta el día del juicio, pero la medida fue rechazada por la fiscalía.
“Me llamó el instructor donde me informó que me daban cinco minutos, obligatoriamente tenían que dármelos, podía llevarle azúcar, aseo, una tanqueta y algo de comer, y ya nosotros con el transporte tan malísimo, tuvimos inclusive que alquilar un carro. Fuimos para allá. Al llegar allí, marcamos normal, cuando me tocó, el funcionario simplemente me dijo que no, que para el martes. Le pedí que por favor, que me llamara al superior, y nada, tuve que apartarme. Entonces el otro padre de los otros dos muchachos, Alfredo Álvarez Pozo, también se acercó. Entonces le habló y también le contestó lo mismo, le dijo que nada, que allí los que mandaban eran ellos, que el instructor de operaciones ya no tenía nada que ver con eso, que fuéramos el martes y que le lleváramos las cosas, eso fue todo”, explicó Victoria.
El jueves en la mañana, la señora recibió una breve llamada de su hijo Luis Miguel, desde el penal: “Me habló rápido porque son tres minutos y pidió una tarjeta prestada, donde me dijo que sí que, por qué yo le había dicho que yo iba, entonces yo le expliqué que sí que ya yo había ido pero que no me habían permitido entrar, que el martes me esperara. Nada, me dijo que sí, que me estaba esperando, que le llevara los zapatos porque el allí estaba en chancletas y que él me esperaba, eso fue todo, no pudimos hablar más nada porque fue rapidito”, señaló la madre de Luis Miguel.
Los cuatro jóvenes permanecerán en esta prisión hasta que se celebre el juicio.
Los otros dos detenidos tras la manifestación fueron liberados desde el 31 de mayo, bajo una medida cautelar de fianza con restricciones. Ellos son Felipe Octavio Correa Martínez, también hijo de Victoria, con discapacidad intelectual, y Yandris Pelier Matos, ambos continúan bajo investigación.