Las autoridades judiciales cubanas aprobaron este martes una licencia extrapenal de un año a la presa política Lisdany Rodríguez Isaac, embarazada de cinco meses y medio.
“Ellos [los guardias y oficiales penitenciarios] no querían que tuviera mi bebé, me decían que para qué lo iba a tener si me faltaban años todavía”, dijo a Martí Noticias Lisdany, que ya está tranquila en su hogar atendida por su madre, Bárbara Isaac Rojas.
“Cuando me hice el ultrasonido que supe que estaba embarazada, me hicieron los análisis para hacerme el aborto, pero yo dije que no, que deseaba tenerlo. Estoy muy feliz. He mejorado porque estaba haciendo un embarazo bastante malo, tenía vómitos y esas cosas”, indicó.
El Reglamento del Sistema Penitenciario de Cuba prohíbe medios de coerción en el caso de las mujeres embarazadas, las que estén por dar a luz, durante el parto o cesárea, y en el período inmediatamente posterior a este.
La joven de 25 años concibió su primer hijo en la cárcel de Mujeres Guamajal, de la provincia de Villa Clara, donde, junto a su hermana melliza, cumplía una sentencia de ocho años de privación de libertad por su participación en las protestas del 11 de julio en la ciudad de Placetas.
Isaac Rojas denunció que la joven había salido encinta en una visita conyugal y el régimen quería obligarla a abortar.
El presidente de la ONG Prisoners Defenders, Javier Larrondo, mostró su satisfacción con la libertad, aunque temporal, de la placeteña.
“En Prisoners Defenders supimos del embarazo de Lisdany. Además, Barbarita, su madre, nos contaba cómo la estaban forzando a abortar. Inmediatamente decidimos iniciar una campaña. Lo más trascendente de todo esto es que la vida del bebé podrá ser protegida, ya la naturaleza podrá tener su curso sin que haya un aborto, y menos forzado, y menos por causa de torturas”, dijo.
Recientemente, Lisdany fue diagnosticada con placenta previa, una condición que aumenta la posibilidad de nacimiento prematuro del bebé, por lo que requiere de precauciones especiales.
En el Examen Periódico Universal (EPU) de Naciones Unidas al Estado cubano, en noviembre de 2023, el teniente coronel Luis Emilio Cadaval, instructor del Ministerio del Interior (MININT), afirmó que "Cuba cumple con las Reglas de Bangkok" que recomienda reducir el encarcelamiento de mujeres con sentencias alternativas, no privativas de libertad.
“A mí me dieron un año de extrapenal, pero sacando la cuenta, cuando se venza ese año, todavía el niño no va a haber cumplido su primer año. Vamos a ver. Estoy contenta y agradecida con los que me han apoyado”, señaló.
El Centro de Documentación de Prisiones Cubanas, en su informe correspondiente a febrero, se refirió a las denuncias relacionadas a la pésima alimentación en las prisiones.
"La deficiente alimentación, que repercute sobre las defensas del organismo, se combina con la escasez y mala calidad del agua, las plagas de insectos y las malas condiciones de la infraestructura de las cárceles ", alertó.
A principios de mayo, salió también en licencia extrapenal de un año Liliana Oropesa, gestante de ocho meses que estaba recluida en la sección destinada a las mujeres en esa condición de la Prisión de Mujeres de Occidente.
“No nos daban ninguna dieta. Nos daban la misma comida que a todo el mundo”, lamentó.
Para las pruebas médicas que requieren las embarazadas, las llevan a centros de salud cercanos, pero "muchas veces perdíamos el turno porque no había petróleo o no había carro”, apuntó Oropesa, que cumple una sanción de cinco años de privación de libertad por participar en las protestas del 11 de julio de 2021 en el barrio habanero La Güinera.