El líder del Movimiento San Isidro, el artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara, encarcelado en la prisión de máxima seguridad de Guanajay, podría ser condenado a tres años de privación de libertad, alertó su abogado, luego de la negativa de la Fiscalía de un cambio de medida cautelar.
Los cargos en contra de Otero Alcántara están relacionados con lo ocurrido el pasado 4 de abril, cuando el Movimiento San isidro pretendía homenajear a los niños de la barriada, dijo este lunes a Radio Martí su tío, el activista Enix Berrio Sardá.
“La defensa está esperando que el fiscal (que fue el mismo que negó el cambio de medida cautelar) solicite tres años de prisión por estos tres cargos que se le imputan. Siempre, en el expediente de Luis Manuel, que es número 24, los tres cargos ha sido:
- Desacato agravado, porque es en la figura del presidente de la República, por el tema de la canción "Diazka".
- Desordenes públicos, supuestamente porque la ciudadanía de San Isidro se aglomeró a cantar el tema.
- Y el último, instigación a delinquir, porque la policía política refiere que los miembros del Movimiento San Isidro convocaron a las personas para que delinquieran.
Todo esto es infundado; en primer lugar, es un tema musical, y la Constitución sí permite la libertad de creación y, simplemente, ninguno de los dos artistas miembros del Movimiento San Isidro la cantaron, fue la ciudadanía", explicó en detalle Berrio Sardá.
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También aclaró que "nunca estuvieron los delitos de atentando y resistencia en el expediente de Luis Manuel, que sí son los cargos imputados en contra del rapero Maykel Castillo (Osorbo)", señaló.
Según el tío, el artista permanece "firme en sus convicciones" a pesar de toda la injusticia cometida en su contra.
"Aquí es, simplemente, o ellos, o nosotros; aquí no hay términos medios, aquí tiene que ser la dictadura o la democracia”, asegura que le dijo Otero Alcántara en una conversación reciente.
El economista y politólogo expresó que el gobierno quiere aprovechar el momento actual, luego de las protestas populares del 11J, para intentar llevar a prisión a los líderes de la disidencia en el país.
“En un momento de máxima represión como el actual quieren, de hecho, cercenar de alguna manera el liderazgo presente de la sociedad civil y la oposición política en el país. El dolor forma parte de los cambios que están ocurriendo en Cuba”, concluyó Berrio Sardá.