El artista audiovisual y activista, Luis Manuel Otero Alcántara, calificó de “aberrada” la forma de actuar de la policía contra la población cubana.
“Mi arresto pudo haber sido por dos razones: Una, que los policías están abusando de la gente, porque, verdaderamente, es así. La otra razón es que, en el caso de nosotros, los activistas, siempre la Seguridad del Estado está detrás”, dijo.
“No hace ni cuatro días me detuvieron por solidarizarme con la Marcha de los Girasoles y ahora me vuelven a apresar en el aniversario del Movimiento San Isidro. No puede ser casualidad”, indicó.
El pasado 8 de septiembre, el creador audiovisual fue aprehendido frente a su domicilio mientras realizaba un performance con un cartel que tenía dibujado un girasol.
“Pero, independientemente de eso, la policía anda así, violenta, agresiva, golpeando, multando con cifras exorbitantes. Es una aberración lo que está pasando con la Policía en Cuba”, continuó Otero Alcántara en declaraciones a Radio Televisión Martí, poco tiempo después de ser liberado sin cargos en la medianoche del sábado tras pasar varias horas encerrado en la estación policial de la Habana Vieja con el pretexto de que tenía “puesta la música demasiado alta”.
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“Yo tenía puesta música dentro de mi casa, celebrando el aniversario de la fundación del Movimiento San Isidro y varios vecinos habían venido. También estaban la curadora de arte Anamelis Ramos y el rapero Maykel Castillo El Osorbo”, narró el artista.
“Un vecino me avisa que la policía estaba afuera de mi vivienda. Yo salgo y un agente policial me pide el carnet de identidad. Le pregunto por qué y me responde que por la música alta. Me lleva para la unidad policial de la Habana Vieja pero no me ponen en calabozo”, dijo.
En la estación policial, Otero Alcántara fue esposado y golpeado cuando discutió con agentes por el maltrato a la curadora de arte Anamelis Ramos, quien había ido a la dependencia del Ministerio del Interior a interesarse por el artista.
“El policía que estaba en la carpeta regañó a Anamelis porque tenía mal puesto el nasobuco, cosa que no era verdad y la obligó, en mala forma, a salir, forzándola por los hombros”, refirió Otero Alcántara.
“Me levanto y protesto por el maltrato a una ciudadana cubana que además es mi amiga y entonces vienen cinco policías y me tiran al piso, me dan varios trompones, me esposan a la fuerza y me meten en un calabozo hasta las 10 de la noche cuando aparece la Seguridad del Estado, advirtiéndome que con la policía hay que portarse bien, entre otros ‘consejos’. Alrededor de las 12 de la noche me montaron en un carro y me dejaron en la esquina de mi residencia”.
Mientras Otero Alcántara estaba encarcelado, la policía política y la PNR mantuvieron vigilancia en el barrio San Isidro de la Habana Vieja.