El opositor Guillermo Fariñas entró el martes en el decimotercer día de su huelga de hambre y sed para exigir al gobierno de la isla que cese las golpizas contra los opositores y cuentapropistas, al tiempo que crece la preocupación internacional por su estado de salud.
Esta es la huelga de hambre número 25 de Fariñas, de 54 años y premio Sájarov 2010 del Parlamento Europeo por la Defensa de los Derechos Humanos.
Protestas anteriores han buscado el fin de la represión contra opositores y un eventual diálogo con la oposición.
Fariñas dijo el martes a Radio Martí que se siente “decaído”, pero que mantendrá su protesta y se negó a volver al hospital a menos que quede en estado inconsciente.
“Seguimos en las mismas, las mismas peticiones, que se dejen de golpear a los opositores no violentos cuando están esposados”, reiteró en entrevista telefónica desde su casa en Santa Clara.
“Los médicos vinieron, dos doctoras, dos laboratoristas me sacaron sangre (…) Me remitieron pero he dicho que no voy a ingresar, mi posición siempre ha sido la misma, cuando pierda el conocimiento”, agregó.
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Otras huelgas
Unos 14 disidentes de UNPACU continúan también en huelga de hambre, de una veintena que inició originalmente la protesta. Algunos debieron retirarse por razones de salud.
Otros fueron asistidos el domingo en centros médicos de Santiago de Cuba. Carlos Amel Oliva y Maikel Mediaceja regresaron a la sede de UNPACU tras ser hidratados con sueros.
Activistas dijeron que los opositores Laudelino Rodríguez Mendoza y Lázaro Curbelo Mejías están ingresados en el hospital Juan Bruno Zayas, en Santiago de Cuba.
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Esta serie de huelgas de hambre la inició Oliva el pasado 13 de julio, para exigir que la Seguridad del Estado le devuelva las pertenencias que le fueron confiscadas, según explicó.
También 6 opositores se han sumado en La Habana a la huelga. Se trata de activistas de la célula José Martí de UNPACU en el barrio de Lawton.