La organización no gubernamental, CIVICUS Monitor, denunció en su informe anual que Cuba utiliza tácticas muy eficaces para suprimir la libertad de expresión y presionar a la sociedad civil independiente.
En el año 2022, la violación más común en el mundo documentada por CIVICUS Monitor fue "el acoso a activistas de la sociedad civil y periodistas independientes".
La ONG, con sede en Johanesburgo, Sudáfrica, explica en su informe titulado "Poder Ciudadano Bajo Ataque 2022", que el acoso se percibe "como una forma sutil de represión, pero se impone intencionalmente para no dejar rastro y garantizar la impunidad". O sea, es una táctica muy eficaz para impedir a los activistas de derechos humanos realizar su trabajo y para restringir el espacio en la sociedad civil.
CIVICUS Monitor, alianza global de entidades que defiende la sociedad civil, denuncia en ese sentido que Cuba es un ejemplo notorio de esto, ya que acosa sistemáticamente a los activistas y periodistas.
"Durante septiembre y noviembre de 2022, varios defensores de derechos humanos denunciaron diversas formas de acoso con el fin de obligarlos a cerrar sus organizaciones o renunciar a sus cargos", señala el informe.
Como ejemplo cita el caso de la familia en Cuba de la directora de Cubalex, Laritza Diversent. La familia fue acosada por agentes de la Seguridad del Estado que, según las denuncias, le dijeron a la madre de Diversent que sólo recibiría apoyo con cuestiones de vivienda y atención médica si su hija renunciaba a Cubalex.
Cubalex es una organización no gubernamental que nació en Cuba y hoy continúa su labor desde Estados Unidos. La entidad utiliza las leyes nacionales e internacionales para promover reformas al sistema jurídico de Cuba y defender los derechos humanos en la isla.
Otro estudio de CIVICUS Monitor, titulado "Informe sobre el Estado de la Sociedad Civil 2023", advierte que "el gobierno autoritario de Cuba" se empeñó todo el año pasado en impedir que se repitieran "las protestas sin precedentes que sacudieron el país el 11 de julio de 2021”.
“Para ello reprimió y criminalizó implacablemente toda expresión de disenso, manteniendo a cientos de manifestantes y activistas encarcelados, condenando a decenas de personas a largas penas de prisión y reescribiendo el Código Penal para criminalizar todas las tácticas de organización y movilización utilizadas para expresar disenso”, señaló la ONG.
“No es de extrañar que la cantidad de cubanos que están huyendo de su país también haya alcanzado cifras récord”, añadió Civicus Monitor. "La intensificación de la represión y la penuria económica están provocando un éxodo sin precedentes del debilitado Estado de partido único".
Sobre el tema del éxodo cubano, el informe pregunta, ¿Por qué huir del paraíso?, e incluye un análisis publicado en noviembre pasado, que a su vez va acompañado de una extensa entrevista a la activista cubana, Carolina Barrero.
"La dictadura cubana conoce muy bien cómo presionarnos utilizando a nuestras familias y nuestras vidas privadas porque nos tienen bajo vigilancia y lo saben todo", comentó Barrero. "Por ejemplo, saben si tu madre sufre del corazón y le hacen una visita para obligarte a que te quedes tranquila y no la mates de un infarto. Si cometiste una infidelidad, te amenazan con mostrarle fotos a tu pareja. Si estás en la universidad, te amenazan con la expulsión. Si vives en una vivienda rentada, presionan a tus caseros para que te echen. Su táctica es detectar tu debilidad y chantajearte para someterte. Al final uno se cansa de esta vida y prefiere autocensurarse".
"Conmigo esas amenazas no tenían asidero, así que me amenazaron con atentar contra la libertad de terceras personas", explicó Barrero. "Sabían de mis vínculos estrechos con las madres con hijos presos, y particularmente con Yudinela Castro y Bárbara Farrat. La mayoría de las madres vive en una situación de mucha precariedad y no puede denunciar las arbitrariedades que padecen. Muchas tienen a más de un hijo preso, o también a sus esposos, por lo que están bastante solas. Cuando me amenazaron con criminalizarlas y encarcelarlas, decidí que esta vez sí me tenía que ir".