A principios de mayo de 2023, el popular sitio web español OkDiario publicó un artículo con el revelador título: "Polonia quiere anexionarse tres regiones del oeste de Ucrania cuando se negocie la paz" , lo que definitivamente debe considerarse un claro ejemplo del funcionamiento efectivo de la propaganda rusa.
OkDiario es uno de los sitios digitales más populares del internet español y, según un informe de la agenciar Reuters y la Universidad de Oxford, es el segundo medio de información online más visitado (después del famoso “El País”) . Esta web tiene casi 400.000 seguidores en Twitter.
Según la autora del texto, María Ruiz, Varsovia espera, supuestamente, que Ucrania entregue sus territorios occidentales, incluidos las regiones de Lviv, Ternopil e Ivano-Frankivsk, a cambio de la ayuda prestada tras la agresión rusa. Al mismo tiempo, señala que estas tierras pertenecían a Polonia antes de la Segunda Guerra Mundial, lo que la lleva a afirmar que "los nacionalistas polacos no abandonan su viejo sueño de conquistar la parte occidental de Ucrania".
El texto incluye una foto del presidente Andrzej Duda junto al mapa de Ucrania, que crea la impresión de que tales demandas las hacen las más altas autoridades estatales. La autora también afirma que fueron las expectativas excesivas de Varsovia las que provocaron que "ante tales exigencias, tanto Rusia como EEUU prefirieron congelar las negociaciones".
¿Cuál es el origen de esta información sensacional?
Puede ser extraño, pero la única fuente en la que se basó el texto fue una declaración de Serguéi Naryshkin, jefe del Servicio de Inteligencia Exterior (SVR) de Rusia, es decir, una organización establecida por definición para llevar a cabo la desinformación. Se da por sentada esta afirmación y no verificarla con otras fuentes desacredita tanto a la propia autora como a la redacción. El texto causó protestas de algunos periodistas españoles y oficialmente de la Embajada de la República de Polonia en Madrid; sin embargo, los editores decidieron no retirar el artículo de su web.
La única verdad declarada en el mencionado artículo es el hecho de que la parte occidental de la actual Ucrania en realidad pertenecía a Polonia antes de la Segunda Guerra Mundial, y se incorporó a la URSS en 1945. Sin embargo, actualmente, no hay ningún grupo político en Polonia que se refiera a estos territorios en cualquier forma. Ya en la década de 1950, la comunidad anticomunista de emigrados polacos asociados a la revista parisina "Kultura" llegó a la conclusión de que Polonia debe aceptar la pérdida de Lviv para siempre.
Cuando, en 2020, el presidente Andrzej Duda, mencionado en el artículo, fue víctima de un ataque de un provocador ruso, quien en una conversación se hizo pasar por el secretario general de la ONU, António Guterres, disipó todas las especulaciones, diciendo que Lviv es ucraniana.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el terror impuesto por Stalin obligó a muchos polacos del oeste de Ucrania a emigrar a Polonia, por lo que hoy día, la minoría polaca en esta zona es muy pequeña numéricamente. Pocos saben que la región con la mayor concentración de esa minoría polaca en Ucrania es Zhitómir, que, de hecho, no se encuentra en el oeste de Ucrania, sino a 100 km de Kyiv.
El tema de las supuestas aspiraciones polacas a recuperar los territorios del oeste de Ucrania es el elemento constante de la propaganda rusa, repetido desde hace muchos años. El objetivo de tal operación es simple: provocar un desacuerdo entre Ucrania y su más grande vecino, perteneciente a la Unión Europea, y que, al mismo tiempo, le apoya constantemente en la lucha por la independencia.
Actualmente, alrededor del 90% de la ayuda proporcionada a Ucrania pasa por Polonia; más de 12 millones de refugiados han cruzado su frontera desde el estallido de la guerra (alrededor de 2 millones se han quedado allí de forma permanente). Varsovia también ha entregado 325 tanques y 14 cazas MIG-29, mucho más que todos los otros países de la OTAN. Además, los costos de esta ayuda fueron totalmente cubiertos por Polonia, para quien detener el imperialismo ruso es una condición sine qua non de la independencia.
Como resultado, la opinión pública polaca simpatiza enormemente con la nación atacada; una gran parte de los refugiados han encontrado amparo en casas particulares, y los ucranianos ven en Andrzej Duda al político más favorable a su causa. Por lo tanto, abrir una brecha entre Kyiv y Varsovia se convierte en un objetivo claro para la propaganda rusa, y los temas históricos les brindan dicha oportunidad.
Afortunadamente, la estrategia de los rusos ya es bien conocida por ambos estados. Mikhailo Podoliak, consejero de Zelenskyy, así contestó a los rumores de la propaganda rusa sobre los supuestos deseos anexionistas de Polonia: “Otro intento de Kremlin de provocar desconfianza entre los amigos. ¿Alguien cree que esto les funcionará? Ucrania y Polonia se ríen de eso. Juntos”.