El mito de Cuba, como el edén de los derechos sociales, va perdiendo terreno cuando saltan a la luz las promesas incumplidas, los sueños rotos. Así lo ha demostrado la fuerte repercusión que ha tenido, en medios de prensa e instituciones de América Latina y España, la presentación del Informe sobre los derechos sociales en Cuba del Observatorio Cubano de Derechos Humanos.
“Cada vez menos gente se cree el discurso del régimen cubano de que Cuba es un paraíso de los derechos sociales. Hoy la información trasciende de manera directa, de manera rápida y la gente en las redes sociales denuncia sus problemas, los problemas para conseguir medicamentos, los del sistema de salud, los del agua, y los apagones", dijo a Radio Televisión Martí, Yaxis Cires, director de Estrategia de la entidad, que tiene su sede en Madrid.
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“Es difícil encontrar un solo derecho social que sea respetado y garantizado en Cuba y eso trasciende rápido a nivel internacional. También está el trabajo de organizaciones de la sociedad civil que documentan estos problemas y es muy importante porque para denunciarlo hay que documentarlo, hay que sistematizarlo de manera seria, responsable”, explicó.
El embajador cubano en Buenos Aires, Pedro Pablo Prada, reaccionó airado ante lo que calificó de campaña de “periodismo de guerra, ciego de odio y mercenario” de “poderes mediáticos” argentinos que se hicieron eco de las denuncias del Observatorio que asegura que más del 70% de la población cubana está agobiada por la pobreza.
El periódico español Alfa y Omega se refiere a la presentación del informe sobre Cuba, titulando las palabras del director del Observatorio Cubano de Derechos Humanos, Alejandro González Raga: “Ni libertad política ni derechos sociales”.
Asimismo, el mexicano Dominio y el estadounidense Diario Las Américas resaltan el deplorable estado de los derechos sociales en Cuba denunciado por la organización.
Más de seis décadas de salidas clandestinas por mar, deserciones de funcionarios y dirigentes, fugas de artistas, científicos y deportistas, así como éxodos masivos, no convencieron al mundo embelesado por la narrativa de las conquistas sociales y la desmedida habilidad de la política cubana para influir a otros Estados, dijo Cires.
“Es importante que esto llegue a nivel internacional, pero respaldado por cifras, por criterios que han dado las personas directamente en las calles cubanas”, puntualizó Cires.
Lee también La comida y la crisis sanitaria, principales preocupaciones de los cubanos, revela informePero, como sucede con todos los mitos, sus utópicos elementos son tarde o temprano descaracterizados, y Cuba es hoy una sociedad distópica, sin planes de futuro, sin esperanzas dentro de sus fronteras, comentó Cires.