El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) denunció este lunes que durante 2022 se registraron al menos 1.030 "actuaciones contra el ejercicio de las libertades religiosas" en Cuba.
La organización, con sede en Madrid, agregó en una nota de prensa que las acciones represivas más frecuentes fueron "las detenciones arbitrarias y el sitio de domicilios familiares, para impedir la asistencia a misas".
El documento pone como ejemplo el caso de las Damas de Blanco, organización disidente cuya líder, Berta Soler, ha sido detenida en múltiples ocasiones al exigir la liberación de los detenidos en las protestas del 11 de julio de 2021 los domingos antes de asistir a la iglesia.
"No se trata exclusivamente del hostigamiento a líderes
religiosos en el ejercicio de su ministerio, sino de una negación de la libertad religiosa en su sentido más amplio, que es el derecho a actuar en diversos espacios públicos (...) en coherencia con los valores que uno profesa", denunció en el escrito Eduardo Mesa, presidente del OCDH.
El comunicado enumera igualmente diferentes episodios sufridos por clérigos durante 2022 en Cuba como interrogatorios en comisarías de la policía, amenazas o prohibición de salida de la isla por comentarios críticos con el Gobierno.
De igual forma, la nota recuerda el caso del superior de la
Compañía de Jesús en la isla, el dominicano David Pantaleón, quien fue forzado en septiembre a abandonar la isla tras no obtener la renovación de su permiso de residencia para extranjeros.
Las autoridades cubanas decidieron no renovarle este documento después de solicitarle que controlase los comentarios políticos críticos del personal de los Jesuitas en el país y de que Pantaleón no accediese, explicaron en ese momento a EFE fuentes cercanas a la Iglesia católica.
El OCDH subrayó que en la isla hay líderes religiosos en prisión, como el pastor Lorenzo Rosales, encarcelado y condenado a siete años tras manifestarse el 11 de julio de 2021, y el sacerdote yoruba Loreto Hernández, pese a sufrir "diabetes e hipertensión".
El 67 % de los cubanos dice conocer a alguien que profesa alguna religión y que ha sido "acosado, reprimido, amenazado y obstaculizado en su vida diaria" por su fe, según la Encuesta sobre Libertad Religiosa de junio de 2022, realizada por el OCDH.
En diciembre pasado, Estados Unidos incluyó a Cuba -junto a Nicaragua- en su lista de países que violan sistemáticamente la libertad religiosa, lo que puede conllevar sanciones.
"La designación de nuestro país en el listado arbitrario
demuestra que, nuevamente, el gobierno de EE.UU. necesita recurrir a acusaciones deshonestas para mantener insostenible política de abuso contra el pueblo cubano", escribió entonces el canciller de la isla, Bruno Rodríguez, en su perfil de Twitter.