El cardenal Leopoldo Brenes informó este miércoles que la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) decidirá el viernes si acepta o no la invitación para participar como "testigo y acompañante" en las negociaciones entre el Gobierno y la oposición, para superar la crisis que afecta al país.
"Lo vamos a valorar en la Conferencia Episcopal el día viernes, y tomar la decisión", dijo Brenes, al ser consultado por periodistas.
El gobierno y la oposición de Nicaragua trazaron las reglas de una compleja negociación que deberá concluir el 28 de marzo, con las iglesias católica y evangélica como testigos, para sacar el país de la aguda crisis que ha dejado 325 muertos y una economía en declive.
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El lunes pasado la CEN anunció que se desligaba de las negociaciones, debido a que ni el Gobierno, ni la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia le habían solicitado su participación, no obstante, el martes las partes propusieron a Brenes actuar como "testigo y acompañante".
La presencia de la Iglesia católica en las negociaciones es clave, debido a que se trata de la única institución con credibilidad para participar como mediadora, luego de que sus sacerdotes abrieron las puertas de las parroquias a los heridos y arriesgaron sus vidas para evitar muertes en la etapa más sangrienta de la crisis, entre abril y julio pasados.
La Iglesia católica ya había actuado como mediadora en el diálogo nacional que se inició en mayo pasado, y que concluyó en julio, cuando grupos oficialistas agredieron físicamente al clero, y luego el presidente Daniel Ortega los acusó de apoyar un supuesto golpe de Estado.
A pesar de que las partes negociadoras enviaron la invitación de Brenes a título personal, el cardenal afirmó que "no soy una persona aislada de Nicaragua, pertenezco a un colegio que se llama Conferencia Episcopal", por lo que está pendiente de ver si se hará acompañar de otros obispos.
Nicaragua vive una crisis que, desde abril pasado, ha dejado entre 325 y 561 muertos, de 340 a 777 detenidos, cientos de desaparecidos, miles de heridos y decenas de miles en el exilio, según organismos humanitarios.
Ortega, reconoce 199 muertos y 340 detenidos, a los que llama "terroristas", "golpistas" o "delincuentes comunes".
Ortega, que lleva doce años seguidos en el poder, no acepta la responsabilidad de la crisis ni tampoco las acusaciones generalizadas sobre graves abusos de las autoridades contra los manifestantes antigubernamentales y denuncia ser víctima de un intento de "golpe de Estado fallido".
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha denunciado que el Gobierno de Nicaragua ha cometido crímenes "de lesa humanidad", mientras que en la Organización de Estados Americanos (OEA) está en proceso la aplicación de la Carta Democrática Interamericana.
(Con información de EFE y AFP)